Tras muchos sufrimientos y protestas, los estudiantes de la Escuela Básica Francisco Alberto Caamaño Deñó, que funcionaba en varias chozas al estilo indígena en el sector Villa Linda, Pedro Brand, vieron su deseo hecho realidad cuando en agosto pasado, el Gobierno les entregó las nuevas instalaciones del plantel y, además, un liceo.
En la escuela se imparte docencia de inicial a octavo grado a 730 alumnos, cuenta con 22 aulas, laboratorios de Informática, Biología, consultorios odontológico, psicológico, comedor, salón de actos, área recreativa, biblioteca y oficinas administrativas.
El recinto escolar forma parte del Programa Nacional de Horario Extendido, el cual comienza sus laborares a las 7:30 de la mañana y concluye a las 4:00 de la tarde, en un ambiente tranquilo y apropiado para la enseñanza y donde los escolares reciben raciones alimenticias del Estado.
Este multimedios DominicanosHoy se hizo eco, en abril pasado, de las dificultades que vivían los maestros y los escolares, quienes solo contaban con 8 aulas para dar clases a 600 alumnos en las tandas matutina y vespertina. Hoy la escuela Francisco Alberto Caamaño Deñó constituye uno de los mayores logros de esa comunidad.
La felicidad no es completa
Como dice el refrán la felicidad no es completa, pues el problema ya no es la falta de espacio físico para impartir docencia, sino profesores suficientes para que llenen los espacios creados con la entrada al nuevo modelo educativo.
La profesora de Ciencias Naturales, María Miladis Montero, explica que actualmente faltan siete maestros para Educación Física, Formación Humana, artística, idiomas, Informática, talleres y otro para quinto grado.
Asimismo, necesitan que sean equipados los laboratorios de Informática y Biología, y también requieren de un profesional de psicología y odontología.
En ese sentido, la educadora Idelia Paniagua, quien por la falta de un docente para quinto grado se ha visto obligada a impartir clases a dos cursos a la vez, confiesa que termina con un fuerte dolor de garganta y congestionada de tanto hablar.
“Ya no aguanto más, no puedo controlar dos cursos con 90 aprendices en total y mantener el orden, porque cuando estoy en uno, el otro se pone a jugar y hasta a pelear, pido a Educación que por favor, asignen un profesor. A veces vienen algunos padres a ayudarme, pero no aguantan el fuete. Yo hago esto por un solo sueldo”, expresó desesperada Paniagua.
Del otro lado
Empleados del plantel donde funciona el liceo Educativo de Nivel Medio Rudy María Comas Bautista, el cual cuenta con 20 aulas y solo se imparte clases en la tanda matutina, denunciaron que llevan seis meses sin cobrar su salario, por lo que demandan que su remuneración sea saldada cuanto antes.
Al menos 15 trabajadores, entre ellos, dos serenos, dos porteros, seis conserjes, dos secretarias, un jardinero, mensajero y bibliotecario, están a la espera de que les paguen.
De su lado, Carmelo Ferreira, quien se desempeña como sereno y devenga un sueldo de RD$7 mil, dijo que llevan todo ese tiempo sin cobrar, por lo que dieron un compás de espera hasta el 25 de febrero, y si el Ministerio de Educación no asume sus responsabilidades paralizarán la docencia.
Ferreira declaró que fueron contratados por el director del Distrito Escolar, Emiliano Cuello, quien ahora alega que ellos no son empleados, sino voluntarios. A sabiendas de que son gente pobres y necesitan el dinero.
Pese a todos estos problemas, celebramos que la comunidad de Pedro Brand tenga su escuela y liceo y esperamos que Educación quite todas las espinitas que impiden el buen funcionamiento de esos centros escolares.
