Monseñor Francisco José Arnáiz fue sepultado este domingo en el cementerio de los jesuitas, ubicado en Manresa Loyola, en cuya memoria el obispo de Santiago, monseñor Benito de la Rosa y Carpio, pronunció una homilía y destacó las cualidades del fallecido, entre ellas su capacidad para amar, hablar con la verdad, su buen sentido del humor, dotes de conversador, alto sentido de la justicia y la forma en la que condujo su vida y la de quienes le rodeaban.
Previamente tuvo lugar una misa a las 11:00 AM, oficiada por monseñor Amancio Escapa. Arnáiz falleció el pasado viernes en Santiago y fue velado este sábado en la iglesia Santísima Trinidad, donde Agripino Núñez Collado y Juan Antonio Flores oficiaron misas de cuerpo presente.
Benito de la Rosa y Carpio rememoró sus últimos momentos de vida, explicando que antes de fallecer, Arnaiz pidió comer un asopado de camarones; luego solicitó a su enfermera que lo llevara a dar un paseo en la silla de rueda en la que se encontraba, para minutos después pedirle que lo acostara, que lo acomodara bien y ahí falleció.
“Los que aman la vida se mueren así. El sabio, como era Arnaiz, sabe cómo conducir su vida y como morir”, dijo De la Rosa y Carpio.
Entre las personalidades que asistieron al sepelio y a la homilía estuvieron la primera dama, Cándida Montilla de Medina, y el exvicepresidente Rafael Alburquerque, quienes lamentaron la muerte de Arnaiz y destacaron sus atributos y aportes al desarrollo, no solo espiritual, sino también económico del país.
Papa envía condolencias
El nuncio apostólico Jude Thaddeus Okolo ofreció las condolencias enviadas por el papa Francisco a los dominicanos por la muerte del monseñor Francisco José Arnaiz.
“Con estos sentimiento el Santo Padre les otorga, con afecto la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza en el señor resucitado”, expresó el nuncio.




