La Habana.- El embajador de República Dominicana en Cuba, José Manuel Castillo, calificó este miércoles de excelentes y en crecimiento las relaciones entre ambas naciones caribeñas.
A propósito del aniversario 170 de la independencia dominicana, el diplomático aseguró a Prensa Latina que los vínculos son «cada vez mayores, con un amplio flujo de acuerdos de cooperación».
Castillo afirmó que Dominicana es el décimo socio comercial de Cuba, y destacó el potencial que tiene este país en materia de biotecnología, ciencias médicas y educación.
Además, adelantó que su país negocia con el Instituto Cubano de Deportes la renovación de acuerdos de colaboración deportiva, y que varios beisbolistas quisqueyanos quieren venir a impartir clínicas.
Todo se beneficia, asegura, del contexto integrador que ha propiciado la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), regida por principios de hermandad y de diálogo.
En ese contexto, la embajada dominicana celebra desde ayer una semana de su cultura en Cuba, con un programa que incluye desde conferencias de historia hasta conciertos y exposiciones.
La víspera, el historiador dominicano Roberto Cassa destacó aquí los aportes del prócer Juan Pablo Duarte a la conformación de una conciencia de nación en su país.
«Con su obra, Duarte contribuyó a madurar a República Dominicana como nación, pues comprendió que era posible superar la condición de colonia y dominio externo», afirmó el director del Archivo Nacional.
Tras la conferencia fue inaugurada una exposición del fotógrafo Mariano Hernández, «El Cazador del Carnaval», como parte de un programa que incluye un concierto del folclorista Claudio Cohén.
La muestra incluye la presentación de «El Caribe», una suerte de diccionario cultural que recoge historias, protagonistas y tradiciones populares de esta región.
A su vez, la cruzada teatral dirigida por Freddy Ginebra estará presente con su obra «A veces grito», dirigida por el cubano Raúl Martín e interpretada por el colombiano Alejandro Vázquez.
Otro fuerte será la proyección de varios filmes dominicanos, como preámbulo de una futura muestra de cine quisqueyano en Cuba, conocido aquí sobre todo por sus comedias picantes y criollas.
