Baltimore, Maryland, EE.UU. – Nelson Cruz fue tildado de tramposo y sancionado como correspondía. Mientras esperaba para ser presentado en su primer juego de la temporada en Baltimore, el dominicano se preguntaba cómo reaccionarían los aficionados de los Orioles tras lo ocurrido y la suspensión de 50 partidos que recibió el año pasado por uso de sustancias prohibidas.
«Como un jugador nuevo, uno no sabe qué esperar», relató el toletero. «Uno desea lo mejor».
Cruz salió de maravillas. La multitud que llenó el estadio de Baltimore gritaba,
«¡Cruuuuuuz!» mientras el jardinero corría hacia la alfombra anaranjada, y después que conectó el cuadrangular que rompió el empate para dar la victoria a Baltimore sobre los campeones defensores Medias Rojas de Boston, el cántico fue incluso más fuerte.
«Es muy agradable, muy agradable tener ese tipo de recepción», comentó.
Cruz, Ryan Braun y el también dominicano Jhonny Peralta cumplieron castigos severos en 2013 por violaciones al acuerdo antidopaje de Grandes Ligas luego de la investigación sobre la desaparecida clínica contra el envejecimiento Biogenesis of America. En cuanto a los juegos en casa, parece que todo está olvidado. Como visitante, los aficionados no dejarán que lo olviden.
Braun respondió el martes a los abucheos de los aficionados en Filadelfia bateando tres cuadrangulares y produciendo siete anotaciones.
«Todo lo que puedo hacer es concentrarme en cosas que puedo controlar», apuntó Braun.
Ayudado por el apoyo de sus nuevos compañeros de equipo, Cruz hizo fácilmente la transición a la siguiente etapa de su carrera después de dejar a los Rangers de Texas por Baltimore.
«Fue una decisión difícil. Se tenía una oportunidad de estar en un lugar por largo tiempo», dijo Cruz. «Pero tomé la decisión correcta. Estoy feliz de haberlo hecho».
Braun, quien permaneció con Milwaukee después de una suspensión de 65 partidos, fue ovacionado por aficionados de los Cerveceros en el juego inaugural en casa y abucheado posteriormente esa semana en Boston. Peralta, ahora con San Luis después de cumplir 50 juegos de suspensión con Detroit, escuchó abucheos en Cincinnati y Pittsburgh antes de tener una recepción cálida de los aficionados de los Cardenales en su debut en casa el lunes.
