Moscú acusó a la OTAN de usar la crisis ucraniana como pretexto para reforzar el bloque militar y de referirse a Rusia en términos «propios de la Guerra Fría».
«Las repetidas acusaciones por parte del secretario general (de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen) en nuestra dirección son prueba de que la Alianza intenta aprovechar la crisis en Ucrania para cerrar filas ante una amenaza imaginaria y confirmar que (la OTAN) sigue siendo necesaria en el siglo XXI», dijo la Cancillería rusa en un comunicado.
El ministerio destaca que últimamente Rasmussen se refiere a Rusia en términos «propios de la Guerra Fría» al tiempo que resalta que «los gastos militares de la OTAN constituyen la mitad de los gastos (militares) mundiales mientras que el presupuesto militar ruso es 10 veces menor al conjunto de los países de la alianza».
En relación a los recientes llamados de Rasmussen a revisar las relaciones entre Moscú y la OTAN, la diplomacia rusa recuerda el papel que desempeñaron los miembros del bloque en los sucesos de Kosovo y Libia, en donde no tuvieron en cuenta la legislación internacional.
«Y ahora la alianza intenta actuar como gran defensor del derecho haciendo la vista gorda ante las arbitrariedades de las fuerzas extremistas en Ucrania que llevan a la escisión de la sociedad», señala el comunicado reproducido por la agencia de noticias EFE.
«No nos sorprende ese otro intento de la OTAN de hacerse pasar por un club de elite que cuente con una legitimidad política peculiar y que de hecho ignora las facultades de los organismos internacionales universales como el Consejo de Seguridad de la ONU», agrega.
Moscú advirtió que la política de doble rasero de la OTAN amenaza la estabilidad en Ucrania, sumida en una grave crisis política.
