La guerrilla de las FARC dijo este miércoles que ahora más que nunca Colombia tiene la posibilidad de lograr una paz «estable y duradera» dentro del diálogo que celebra con el Gobierno en Cuba y advirtió que romperlo implicará un alto costo político.
La declaración ocurre en la antesala de las presidenciales a las que llega como favorito el mandatario Juan Manuel Santos, para quien el proceso de paz ha sido su bandera de Gobierno y de campaña por la reelección, y cuyo principal rival, Oscar Iván Zuluaga, no apoya la negociación en las actuales condiciones.
«Nunca como antes en Colombia hay posibilidades de llegar a una paz estable y duradera, pero obviamente hay que hacer concesiones mutuas», dijo Rodrigo Granda, uno de los miembros del equipo negociador de la guerrilla, antes de iniciar una nueva sesión del diálogo instaurado hace más de un año y medio.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno de Santos discuten actualmente el tema del narcotráfico, uno de los más polémicos de la agenda general de cinco puntos dirigida a poner fin a medio siglo de violencia que ha dejado más de 200.000 muertos y miles de desplazados.
Granda advirtió en sus declaraciones a la prensa que «quien rompa este proceso de paz de La Habana, quien sea el presidente de la República, va a tener que pagar un costo político muy grande, enorme porque este proceso vino para quedarse y tratar de solucionar este problema».
Santos, un político de derecha, cuenta con la mayoría de la intención de voto en las últimas encuestas para las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
Pero se ha visto un repunte en los sondeos en las preferencias hacia el derechista Zuluaga, quien amenaza con romper el diálogo de paz si las FARC no declaran un cese unilateral de hostilidades.
Si Santos no logra más del 50 por ciento de los sufragios, deberá medirse en una segunda vuelta el 15 de junio con el segundo más votado.
