La tragedia de Gabriela Rosa y de muchos más

Usted debe saber que Gabriela Rosa fue electa como asambleísta estatal el mes de Noviembre del 2012, convirtiéndose así en la primera mujer de origen dominicana en ocupar semejante posición en el Estado de New York.
 
Sepa usted que desde que yo conocí a la asambleísta Rosa le he tenido un gran respeto y admiración por su  forma de comportarse.  Una mujer muy seria, luchadora y fiel  defensora de nuestra comunidad y del necesitado.  Gabriela se distinguía entre sus compañeros asambleístas porque  siempre estar sentada en su butaca y no merodeando por los pasillos.
 
Si amigo y amado lector todas las veces que yo visitaba el hemiciclo de la Asamblea siempre encontraba a Gabriela Rosa sentada en su butaca, prestándole atención a las piezas de ley que se discutían y votando de acuerdo a su conciencia y no perdiendo el tiempo como muchos otros.
 
Es digno destacar que también como buena hija, siempre tenía a su señora madre con ella, sentadita a su lado y cuidándola como todo buen hijo responsable con su progenitora, pero es importante también que usted sepa que el pasado viernes 27 de junio, Gabriela Rosa para sorpresa nuestra, llego a un acuerdo con el Fiscal Federal del Distrito Sur de los Estados Unidos, declarándose culpable de haber obtenido la residencia permanente por medio de un acto ilegal, donde le pagó $8,000 dólares a una persona para que se casara con ella y así poder perseguir el “Sueño Americano” que todos anhelamos.
 
Sepa usted que más de (12,000,000) doce millones de personas en esta nación, andan llenos de desesperación, ansiedad y agonía mental, tratando de resolver sus problemas migratorios  para convertirse en Ciudadanos Americanos.  Muchos han cruzado mares, ríos, montañas, desiertos y han arriesgado sus vidas para llegar a este país.
Si mi querido lector, sepa que la tragedia de Gabriela Rosa no es nada nuevo en nuestra comunidad, sepa que miles han cometido, están cometiendo y cometerán la misma falta y errores y si el señor fiscal Preet Bharara decidiera perseguirlos como hizo con Gabriela, me temo que la Ciudad de New York, se quedaría vacía.
 
La tragedia de Gabriela Rosa y la de miles más en este Estado no terminan con la renuncia y el encausamiento de Gabriela.  Esto solo se resolverá cuando el señor Presidente de la Nación y los señores miembros del Congreso Federal, decidan de una vez y por todas resolver el problema de la emigración que afrontan millones de nuestros hermanos.
 
Nuestra comunidad perdió una gran líder, no por nepotismo, no por robo, no por abusar de su posición, no por pedir dinero para hacer un favor.  Por el contrario nuestra comunidad perdió una gran líder por violar las leyes federales tratando de obtener la residencia permanente para así perseguir el “Sueño Americano” que en lugar se le convirtió en una pesadilla.
 
Mis oraciones y plegarias siempre estarán con sus familiares y los millones de indocumentados que esperan por el Presidente y el Congreso Americano.
 
Yo soy el Senador Rev. Rubén Díaz y esto es lo que usted debe saber.

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