El latigazo, o el desguince cervical, suele ocurrir con bastante frecuencia. A veces se debe a un accidente de tráfico o de trabajo, un mal movimiento donde se produce un estiramiento o desgarre de los tejidos blandos del cuello: afecta a músculos y tendones, e incluso también a lo ligamentos. Es doloroso e incapacitante, pero debemos saber cómo afrontarlo para recuperar la normalidad en nuestra vida lo antes posible.
1. Causas del desguince o latigazo cervical
El latigazo cervical de cuello se sucede básicamente por un movimiento súbito, repentino y muy intenso donde existe una flexión o una extensión excesiva del cuello.
La anatomía de nuestra columna cervical es una estructura perfecta donde no solo se protege la delicada médula espinal, además, se mantiene la cabeza y logramos una alta movilidad. Pero lo delicado de todo esto es que además de perfecta, es también muy vulnerable. El cargar pesos, el estrés, las tensiones y los malos movimientos afectan de inmediato a nuestra columna vertebral, de ahí que los esguinces y los latigazos sean tan comunes, en especial, si sufrimos algún tipo de accidente. Veamos pues qué actividades son las que más frecuentemente pueden desencadenar estas distensiones:
Accidentes de tráfico.
Accidentes laborales.
Mantener una mala postura frecuentemente ante el ordenador.
Dormir en una posición que distiende el cuello, por utilizar una almohada demasiado alta o demasiado firme
Cargar con una maleta pesada u otro objeto en un lado del cuerpo…
2. Síntomas de que hemos padecido un latigazo cervical
Obviamente, si padecemos un accidente laboral o de tráfico, identificaremos de inmediato que algo ocurre, que algo nos impide movernos y que nos causa grave dolor. Pero también están esos desguinces cervicales que se suceden gradualmente, cuando por ejemplo estamos de viaje y arrastramos esa maleta, o cuando llevamos muchas noches durmiendo en una mala posición.
Dolor muy intenso en la nuca, semejante a un quemazón empeora con el movimiento.
Hormigueo y debilidad en los brazos.
Espasmos musculares.
Mucho cansancio, no podemos concentrarnos.
Dolor de cabeza, especialmente en la nuca
Dolor de garganta
Rigidez y dificultad para mover la cabeza:
De un lado a otro
De arriba hacia abajo
En movimiento circular
3. Tratamiento para el latigazo cervical
Nuestros médicos serán quienes tomen las medidas necesarias para abordar el tratamiento, reducir el dolor y poner medios para lograr que volvamos a recuperar la movilidad en nuestras cervicales. Cabe señalar además que en muchos casos la persona suele sufrir además cierto estrés postraumático, en especial si el latigazo procede de un accidente. Se suma pues tanto el dolor físico, una necesitada rehabilitación y un miedo psicológico.
Collarín cervical
El collarín cervical suele ser esa protección suave e imprescindible para que la cabeza tenga apoyo y se disminuya la presión en el cuello. Sólo se usan si así lo recomienda el médico. Suelen usarse durante algunos días, entre 7 y 10, ya que si lo utilizamos durante muchas semanas podemos llegar a debilitar los músculos del cuello.
Cuidado con el uso excesivo de medicamentos, utiliza también remedios naturales
Lo habitual es que nos receten relajantes musculares para aliviar el dolor y la inflamación, tales como ibuprofeno y paracetamol. Pero ya sabes que a largo plazo, estos medicamentos pueden acabar no haciéndonos efecto y dañando nuestro hígado. Así pues, puedes combinarlos con desinflamantes naturales.
El abedul, y en especial sus hojas a modo de infusión, te ayudarán a reducir el dolor e inflamación. Basta con ponerte 3 hojitas en una taza de agua hirviendo. Puedes tomar hasta 3 al día.
El jengibre es otro de los remedios naturales que puede ayudarte contra el dolor cervical, ya que dispone de maravillosas propiedades antiinflamatorias.
La ortiga, por su parte es también excelente para tratar la inflamación cervical, es diurética y desinflamante. Puedes hacerte hasta 3 infusiones al día.
El frío y el calor
Dolor de cuello
La terapia frío-calor es una de las técnicas más adecuadas para ir reduciendo el dolor y la inflamación, relajando además los músculos tensos o lesionados. Para ello es muy útil aplicar compresas calientes en nuestro cuello (pero solo después de que haya desaparecido la hinchazón).
Aplicar hielo o una compresa fría en el cuello durante 10 minutos 4 veces por día, nos permitirá también reducir el dolor y la inflamación. Recuerda envolver el hielo con una toalla, nunca lo pongas directamente en tu piel.
Otros tratamientos y modo de abordar el latigazo cervical
Los masajes por parte de un buen fisioterapeuta son esenciales y muy efectivos en caso de latigazo cervical, ayudan a incrementar la circulación de sangre y disminuir la tensión.
Tu actitud psicológica es imprescindible para poder superarlo. Estas lesiones son dolorosas y tardan bastantes meses en resolverse. Pero hemos de afrontarlo con optimismo. La tristeza, preocupación, o el desánimo, no nos van ayudar, al contrario. Nos bloquearán más aún.
Sabes que la rehabilitación dura un tiempo. No pienses por ejemplo que cuando te quiten el collarín ya podremos hacer vida normal. En absoluto. Es un largo proceso donde nuestros músculos y ligamentos deben recuperar su lugar, su fuerza y su tonacidad. Debes tener ánimo y paciencia, manteniendo un papel activo en tu rehabilitación.
No tengas miedo al movimiento, realiza pequeños ejercicios para ir recuperando la estabilidad de tu eje cabeza-cuello- espalda. Movimientos suaves, ejercicios de relajación…. todo ello te irá ayudando poco a poco en tu recuperación. Pero recuerda, siempre con optimismo. Los latigazos cervicales son dolorosos y requieren de un largo proceso de recuperación. Pero se consigue, desde luego que sí.
