Cómo hacer geles de ducha caseros

Tienen la capacidad de relajarnos y de hacernos disfrutar de un buen baño de inmersión. También se pueden usar para bañarnos, si tenemos pieles sensibles que no soportan los productos químicos o bien si estamos buscando alternativas más naturales para diferentes aspectos de nuestra vida. Conoce cómo hacer geles de ducha caseros en el siguiente artículo.
 
Receta 1 de gel de ducha casero
La base de esta receta te puede servir para hacer diferentes tipos de geles de ducha. Los ingredientes necesarios son: aceite esencial, pectina en gel (es una sustancia que proviene de las frutas), jabón líquido y agua mineral. Antes de comenzar, es preciso que elijas su base, es decir, el aceite esencial, según tus necesidades. Puede ser para relajar, hidratar, humectar, etc. Además, el aceite es el que le aportará su aroma característico.
Algunos de los más conocidos son lavanda, limón, jazmín, menta, rosa y almendras.
 
Hierve cuatro tazas de agua mineral y añade media taza de gel antibacterial sin aroma, baja el fuego al mínimo. Agrega cuatro cucharadas de pectina en gel y remueve hasta que todo esté bien mezclado. Retira del fuego y añade 30 gotas del aceite esencial que has elegido.
 
Si quieres un gel más aromático, echa 5 a 10 gotas más. Espera que se enfríe y comprueba su consistencia. Si está demasiado espeso puedes añadir agua y si está líquido, más pectina. Cuando esté perfecto, vierte en una botella de plástico. Coloca en la tina y luego guarda en el refrigerador.
 
Receta 2 de gel de ducha casero
Los ingredientes son: agua, jabón de castilla, pectina y aloe vera o aceite esencial. Hierve tres tazas de agua mineral o destilada (que no sea del grifo), añade ¼ taza de jabón de castilla líquido y reduce el fuego al mínimo, dejando unos 30 minutos. Retira del fuego y añade dos cucharadas de pectina, revolviendo constantemente para que no se formen grumos y hasta que quede una mezcla homogénea. Añade ¼ taza de pulpa de aloe vera o 25 gotas del aceite esencial que prefieras.
 
Revuelve bien y deja que se enfríe un poco antes de verter el gel en una botella de plástico cuya tapa sea con rociador. Puedes tener una pequeña botella en la ducha y el resto guardarlo bien cerrado en el refrigerador.
 
Receta 3 de gel de ducha casero
Esta receta necesita los siguientes ingredientes: dos tazas de jabón de glicerina líquido, una taza de agua destilada, ¾ cucharaditas de sal, una cucharada de aceite de jojoba y 30 gotas de aceite esencial (a elección). Los pasos son: Verter el jabón de glicerina en una botella de plástico vacía, limpia y seca.
 
Añade el agua destilada y la sal. La primera sirve para diluir y la segunda para preservar. Añadir el aceite de jojoba para aportar mayor humectación a la piel. Luego, colocar el aceite esencial (el de manzanilla es bueno para la piel seca y el de limón es ideal para la piel grasa. Los de lavanda, jazmín y menta son muy útiles también). Agita vigorosamente la botella para unir todos los ingredientes.
 
Receta 4 de gel de ducha casero
Esta opción utiliza jabón en barra (puedes guardar los pequeños trozos que van quedando). El aroma de todos ellos se mezclarán y aportarán sus propiedades. Ralla el jabón hasta completar una taza, también lo puedes cortar como si fueran escamas con un cuchillo. Mezcla con una taza de agua en una cacerola, removiendo frecuentemente a fuego medio. Sigue revolviendo hasta que todo esté bien homogeneizado.
 
Retira del fuego y deja que se enfrie. Añade algunas gotas del aceite esencial que más te guste para que tengas buenas propiedades, tanto sea para humectar la piel como para relajar la mente. Si lo deseas, puedes añadir un poco de jabón antibacterial líquido.
 
Receta 5 de gel de ducha casero
Esta opción está basada en la utilización de shampú neutro al que le añadirás sal para poder exfoliar tu piel, dejándola mucho más suave. En un recipiente vierte un poco de shampú y la misma cantidad de agua destilada o mineral. Mezcla bien y vierte de a poco sal mientras sigues removiendo hasta adquirir la firmeza deseada. Ten cuidado con la cantidad de sal que colocas porque puede llegar a irritar la piel. Añade luego unas gotas de aceite esencial que prefieras. Cuela en una botella de plástico limpia y usa de manera regular.
 
Recomendaciones a la hora de preparar geles de ducha caseros
 
Si utilizas aceites esenciales, no excedas las cantidades que se sugieren en las recetas. Elige entre las variedades disponibles (fresa, chocolate, coco, vainilla, frambuesa, madreselva, lavanda, romero) y sus propiedades curativas.
 
Como reemplazo de los aceites puedes usar hierbas secas (capullos, hojas, tallos de lavanda, geranio, romero, etc) pulverizadas con un mortero; cáscaras de frutas secas (como naranja o pomelo); especias (jengibre, anís, canela) y extractos puros (almendras o vainilla).
 
Si usas frgancias sintéticas debes saber que el calor del jabón “apaga” el aroma, asíque se debe colocar una vez que se enfríe.
 
En vez de utilizar restos de jabón y tener que esperar a completar una taza, puedes usar un jabón completo con un delicioso aroma.
 
Una alternativa para fundir las piezas de jabón pueden ser las ollas de cocción lenta, que si bien tardan más, requieren menos esfuerzo.
 
Prueba primero una cantidad pequeña del gel en la ducha para verificar que no será irritable para tu piel. Puedes colocar un poco en tu mano. Si pasado determinado tiempo no hay síntomas (enrojecimiento, picazón), no eres alérgico a él. A veces la mezcla de ingredientes puede causar estos efectos secundarios aunque por separado sean inofensivos para tu dermis.

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