Después de dos días de negociaciones, Cuba y República Dominicana concluyeron en esta capital la séptima ronda de conversaciones sobre temas migratorios.
«Hemos avanzado en componer un memorando de entendimiento migratorio entre las partes en medio de negociaciones donde primaron el respeto y el entendimiento», anunció al final del diálogo la viceministra dominicana para temas consulares, Neli Pérez.
En declaraciones a Prensa Latina, la funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana enfatizó que ese resultado es fruto de la relación histórica de amistad entre ambos países.
«Con este memorando de entendimiento nuestra relación quedó fortalecida aún más y esperamos continuar en La Habana estas negociaciones y llevarlas a feliz término porque ambas partes tenemos muchas cosas en común», apuntó.
Por su parte el director general de Migración de la Cancillería cubana, José Ricardo Tavera, dijo que en las cordiales conversaciones ambas partes identificaron todos los puntos donde las autoridades de ambos países sumarán esfuerzos.
«Hemos determinado el establecimiento de puntos focales para optimizar la operatividad de nuestras instituciones en lo que tiene que ver con la lucha contra la trata de personas», aseveró Tavera en declaraciones a Prensa Latina.
«Eso consolida nuestra firme voluntad común de luchar contra el tráfico de personas y hemos logrado suscribir un documento que avanza en la consolidación de la cooperación entre ambos Estados para enfrentar ese peligroso crimen», añadió.
Insistió en que lo más importante de esta ronda es el mensaje enviado al crimen organizado: que hay unidad, voluntad y determinación de las autoridades cubanas y dominicanas para actuar contra el tráfico de personas y la inmigración irregular.
«El memorando migratorio firmado aquí para garantizar el tránsito legal y ordenado honra las relaciones de amistad y hermandad existentes entre ambas naciones», comentó por su parte el embajador cubano, Alexis Bandrich.
El diplomático recordó que la migración irregular de cubanos hacia República Dominicana y otros destinos, en muchos de los casos arriesgando sus propias vidas, es uno de los resultados de la política norteamericana que la estimula.
«Ambos países somos víctimas de la injusta ley de ajuste cubano impuesta por Estados Unidos que nos trae generalmente dificultades, pero hemos encontrado en las autoridades dominicanas la voluntad de enfrentar este tipo de situación», dijo.