El expresidente salvadoreño Francisco Flores, prófugo de la justicia desde hace cuatro meses, acusado de apropiarse durante su gobierno de 15 millones de dólares donados por Taiwán, se presentó sorpresivamente y en forma voluntaria a un tribunal de San Salvador.
Vestido de traje y aparentemente tranquilo, Flores, de 54 años, llegó con un abogado al Juzgado Primero de Instrucción al centro judicial de la capital, adonde también acudieron agentes de la policía para hacer efectiva la orden de detención que pesa sobre el exmandatario desde el pasado 6 de mayo.
“Me he presentado al juzgado de forma voluntaria por respeto a la ley”, declaró en forma escueta el exmandatario tras abandonar la sede de los tribunales bajo un fuerte dispositivo policial.
El juez Primero de Instrucción de San Salvador, Levis Orellana, decidió que Flores permanezca bajo arresto domiciliario mientras afronta el proceso judicial en su contra. Tras la audiencia, el expresidente fue trasladado sin esposas por agentes de élite de la policía hacia su residencia en la exclusiva colonia San Benito, en el oeste de la capital, donde permanecerá bajo arresto y con vigilancia las 24 horas del día.
Su aparición en el tribunal provocó la llegada de una oleada de periodistas locales y de medios internacionales para cubrir la comparecencia ante la justicia. Flores, quien argumenta ser víctima de persecución política, es acusado por la Fiscalía de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia a particulares en perjuicio de la administración pública por supuesta apropiación de 15 millones de dólares donados por Taiwán durante su administración.
