El Estado Islámico (EI), instó este lunes a los insurgentes en la Península del Sinaí a seguir adelante con ataques contra las fuerzas de seguridad egipcias y continuar con las decapitaciones, una apelación que probablemente profundice las preocupaciones sobre los vínculos entre los grupos extremistas.
Funcionarios egipcios, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, han reconocido la coordinación entre el Estado Islámico (EI) y otros grupos, incluyendo uno en Egipto, pero han dicho que no hay combatientes de EI en el país.
EI controla franjas de territorio en Irak y Siria donde ha declarado un califato.
Egipto se ha enfrentando a la insurgencia islamista desde que el Ejército derrocó al presidente Mohamed Mursi de los Hermanos Musulmanes el año pasado.
«Preparen las carreteras con explosivos para ellos. Ataquen sus bases. Asalten sus casas. Corten sus cabezas. No dejen que se sientan seguros», dijo el portavoz del Estado Islámico, Abu Muhammad al-Adnani, en un comunicado difundido en internet.
El portavoz alabó a los extremistas egipcios por llevar a cabo «operaciones bendecidas contra los guardianes de los judíos, los soldados de Sisi, el nuevo faraón de Egipto».
El presidente Abdel Fatah al-Sisi, que como jefe del Ejército el año pasado lideró el derrocamiento de Mursi que siguió a las protestas masivas, ha expresado su preocupación por los extremistas en Egipto y otras partes de Oriente Medio.
Un extremista del grupo con sede en el Sinaí Ansar Bayt-al Maqdis, que provocó la muerte de cientos de efectivos de seguridad durante el último año, dijo a Reuters que EI ha dado instrucciones sobre cómo operar de forma más efectiva.
