Un funcionario kurdo sirio de alto nivel desmintió los dichos del presidente de Turquía, quien aseguró que los kurdos sirios habían autorizado el ingreso de los combatientes rebeldes del Ejército de Siria Libre en la ciudad fronteriza de Kobani para ayudar en la lucha contra el Estado Islámico.
El Ejército de Siria Libre (FSA, por sus siglas en inglés) está formado por decenas de grupos armados que luchan para derrocar al presidente Bashar al-Assad, pero carece de mando central y ha sido ampliamente superado por los grupos de insurgentes islamistas, como el Estado Islámico.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, es un férreo opositor de Assad y ha permitido que sus rivales apoyados por Occidente, como los combatientes del FSA, usen su territorio como base y refugio.
Erdogan dijo el viernes que 1.300 combatientes del FSA entrarán a Kobani después de que el Partido de la Unión Democrática (PYD) kurdo-sirio acordó su ingreso, pero sus comentarios fueron rápidamente negados por Saleh Moslem, co-presidente del PYD.
«Ya hemos establecido una conexión con el FSA, pero tal acuerdo no ha sido alcanzado todavía como el señor Erdogan ha mencionado», dijo a Reuters Moslem por teléfono desde Bruselas.
La falta de voluntad de Turquía para enviar su poderoso Ejército a la frontera con Siria y ayudar a poner fin al asedio de Kobani ha enfurecido a los kurdos, que buscan la autonomía en las regiones colindantes de Turquía, Irak y Siria.
La postura de Ankara también ha molestado a sus aliados occidentales, en momentos en que la captura por parte del Estado Islámico de amplias franjas de Siria e Irak genera conmoción internacional.
Estados Unidos inició en agosto ataques aéreos para tratar de detener y eventualmente revertir el avance yihadista.
