Un coche bomba explotó este miércoles en el centro de la capital kurda iraquí, Arbil, matando al menos a cinco personas, en el primer gran ataque en la ciudad en más de un año.
El alcalde Nihad Latif Koja dijo a Reuters que el suicida con bomba detonó los explosivos al intentar ingresar al complejo del gobernador, protegido por muros contra estallidos, en el centro de Arbil.
Las imágenes del lugar mostraban a varios vehículos carbonizados y lo que parecía ser un rastro de sangre en el adoquinado fuera de la oficina del gobernador.
Un testigo en el lugar dijo que dos policías y dos civiles habían muerto.
Los combatientes de Estado Islámico que tomaron grandes áreas del norte de Irak este verano han amenazado repetidamente con lanzar ataques contra el Kurdistán, pero la región de momento se las ha arreglado para aislarse de la violencia.
El último gran atentado en Arbil fue hace más de un año, cuando extremistas lanzaron un ataque coordinado con suicidas y coche bomba en la sede de los servicios de seguridad. En agosto hubo otra explosión, pero sin víctimas.
Estados Unidos lanzó en agosto ataques aéreos contra milicianos del EI que avanzaban hacia Arbil, donde están basados muchos expatriados, entre ellos trabajadores en la industria del crudo y de ayuda humanitaria.
Desde entonces las fuerzas peshmerga han recuperado terreno y se convirtieron en los principales aliados de Occidente, pero el miércoles el presidente de la región kurda, Masoud Barzani, dijo que se necesitaban armas más pesadas para dar un golpe decisivo a Estado Islámico.
