Tegucigalpa.- Casi al cierre de 2014, la economía hondureña muestra índices de fortaleza y debilidad en sectores clave como la construcción y la agricultura.
Según el Índice Mensual de Actividad Económica del Banco Central de Honduras, hasta octubre pasado la construcción registró una contracción de menos ocho por ciento, superior al menos 4,8 por ciento en igual período de 2013.
La fuente precisa que por segundo año consecutivo esta industria exhibe números rojos en su desempeño, situación que lejos de mejorar tiende a agravarse.
Entre las causas del decrecimiento sobresalen el limitado acceso al financiamiento a largo plazo y la falta de inversión pública en el sector.
En contraposición, el 2014 se vislumbra como un año exitoso para las exportaciones en el sector agrícola, lo que resulta un soplo de aliento para la economía nacional.
Pese a los reveses climatológicos que afectaron la producción de maíz, arroz y frijoles, hemos logrados garantizar la demanda en el mercado local, aseguró el productor agrícola Luis Donaire, quien también reconoció que los precios aún resultan altos.
Por su parte, el presidente del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola, Johny Handal Hawitt, manifestó que los convenios crediticios entre gobiernos locales, autoridades agrícolas y productores permitirá un mayor aprovechamiento en 2015.
Entretanto, el agreste terreno de las finanzas se tornó mucho más despejado en el último trimestre del actual año como resultado de la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le permitió a la nación centroamericana acceder a 460 millones de dólares.
El arreglo suscrito con este organismo crediticio trajo consigo un compromiso en aras de alcanzar el orden y la estabilidad de la economía, por lo que entre las medidas adoptadas destacan el ahorro presupuestario, recortes en el aparato estatal y en las empresas públicas.
De cara al 2015, los desafíos se centran en dos aspectos clave: lograr el control del déficit fiscal y del endeudamiento público, sin descartar el racionamiento de los gastos y el incremento de los ingresos para mantener el balance presupuestario
