Cinco tips para desinflamar el vientre

¡Qué sensación tan molesta y desagradable, la de tener el vientre hinchado! Los problemas intestinales son bastante habituales por diversas causas. Las más comunes son el estreñimiento y parásitos intestinales, los cuales inflaman los intestinos y nos causan un gran malestar.
 
En este artículo compartimos algunos tips imprescindibles para combatir esa inflamación con remedios caseros y naturales.
 
Cataplasmas de arcilla
Los milagros de la arcilla para la salud y la belleza han sido destacados en muchas ocasiones. La arcilla tiene la propiedad de desinflamar, absorber sustancias tóxicas y aportar minerales a través de los poros de la piel.
 
El cataplasma de arcilla lo aplicaremos como mínimo media hora y como máximo toda la noche, que es la manera más efectiva de usarlo.
 
Mezclaremos arcilla en polvo, de venta en parafarmacias y herbolarios, con la cantidad necesaria de agua, que nos permita obtener una textura espesa pero que se pueda untar con facilidad. No usaremos utensilios de plástico ni de metal, sino que elegiremos los que sean de cristal, cerámica o madera.
Aplicaremos el cataplasma en el vientre, con aproximadamente medio centímetro de grosor, y lo cubriremos con un trapo. Encima nos abrigaremos con una manta para facilitar el calor localizado.
Cuando hayamos terminado nos quitaremos la arcilla con agua tibia.
 
Enema de manzanilla
Los enemas son un remedio tradicional que consiste en aplicar agua o una infusión medicinal directamente en el intestino, a través del ano. De esta manera promoveremos la expulsión de las heces y a la vez permitiremos el beneficio directo de las propiedades de esas plantas en nuestro intestino. En este caso, elegimos la manzanilla por ser antiinflamatoria.
 
Para aplicarlos necesitaremos un irrigador o una pera de goma. Se venden en farmacias.
 
Necesitaremos los siguientes ingredientes:
 
Un litro de infusión de manzanilla.
El zumo de un limón.
Una cucharada pequeña de sal marina (6 g)
Un litro de agua hervida.
¿Cómo lo hacemos?
 
Deberemos introducirnos estos dos litros de líquido con la ayuda de la cánula del irrigador o la pera, previamente lubricada con un poco de aceite.
Lo haremos lentamente y deteniéndonos cada vez que lo necesitemos.
Deberemos aguantar el máximo posible a pesar de sentir ganas de evacuar.
Evacuaremos si la sensación es muy molesta o dolorosa, o bien al cabo de diez minutos.
Lo repetiremos hasta que hayamos utilizado todo el líquido.

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