El proceso judicial que se sigue contra el senador Félix Bautista y seis allegados, acusados de corrupción, cobra nuevo interés después que la defensa propusiera la víspera archivar el caso y hasta eliminar pruebas.
El pedido fue formulado al juez de instrucción especial de la Suprema Corte de Justicia, Alejandro Moscoso Segarra, por la barra de la defensa, que en un intento de demeritar las acusaciones de la Procuraduría llegó a calificar las pruebas de impertinentes, ilegales, irrelevantes, risibles, insuficientes y no vinculantes.
Entre las pruebas que la defensa solicitó eliminar están varios informes de la Superintendencia de Bancos, Dirección de Migración, certificados jurídicos de inmuebles y de la Dirección General de Impuestos Internos, contratos y hasta testimonios.
Entre los casos defendidos el martes estuvo el de Soraida Altagracia Abreu Martínez, que entre otras cosas es acusada de fraude procesal, y el de Ventura Rodríguez que al igual que Bautista y otros miembros del grupo es señalado por corrupción y otros actos ilícitos.
Las audiencias en curso se proponen conocer el caso, y se espera que al terminar el resto de los argumentos de la fiscalía y de la defensa, el juez decida si emite o no prisión preventiva en contra del legislador como solicita el Ministerio Público y si se hará un juicio de fondo.
En el proceso la Procuraduría ha señalado que al entrar al Senado (1996) Bautista declaró activos por 500 mil pesos (poco más de 11 mil dólares) y hasta el momento ha realizado con sus asociados movimientos bancarios que superan los 25 mil millones de pesos (más de 563 millones de dólares).
El Ministerio Público ha aclarado que aun así no se ha calculado íntegramente el importe de todo el entramado financiero que tenía con sus socios, que incluyó entre otras cosas más de 500 activos, entre ellos 40 empresas, numerosos inmuebles y al menos 175 vehículos de diferentes marcas que no pueden justificar.
La Fiscalía exige que los imputados expliquen en juicio de fondo el sorpresivo cambio operado desde 2004 en sus patrimonios sin que ninguno hubiera percibido grandes salarios y sin haber declarado jamás tales ingresos al fisco.
