El Consejo de Seguridad de la ONU discute la cuestión del flujo de los llamados combatientes terroristas extranjeros hacia zonas de conflicto, un fenómeno presente con particular fuerza en países como Siria e Iraq.
Aunque la participación foránea en choques armados constituye un tema antiguo, cobró especial interés el año pasado con la ofensiva del Estado Islámico en territorio sirio e iraquí, donde pretende imponer un califato.
También en el Cuerno de África, Afganistán, Yemen y Libia se reporta la presencia de combatientes extranjeros, responsables de asesinatos, mutilaciones, secuestros y el desplazamiento de millones de seres humanos.
Según Lituania, que preside el Consejo en mayo, el foro de hoy busca compartir experiencias, acordar estrategias e identificar obstáculos y desafíos en el enfrentamiento a estos terroristas.
Asimismo, pretende servir de escenario de análisis sobre la cooperación internacional, el intercambio de inteligencia, el aporte de las organizaciones regionales, el control fronterizo y otros aspectos vinculados al fenómeno.
La convocatoria al evento del órgano de 15 miembros fue dirigida a ministros del interior o funcionarios de rango equivalente de los estados.
De acuerdo con lo informado aquí, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, presentará un reporte relacionado con el problema de los combatientes terroristas extranjeros y su impacto en diversos conflictos.
En septiembre de 2014, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 2178 para responder a esta amenaza, reunión encabezada entonces por el presidente estadounidense, Barack Obama.
Sin embargo, continua el flujo de extremistas y el fortalecimiento de los grupos armadas que nutren.
