Los republicanos intentan hoy echar agua sobre las declaraciones del magnate estadounidense Donald Trump, pues el alud en su contra por comentarios antimigrantes podrían convertir en cenizas las aspiraciones partidistas de retornar a la Casa Blanca.
La semana pasada, dirigentes hispanos advirtieron al Partido Republicano que los planes de volver al Ejecutivo estadounidense sufrirán las consecuencias si los precandidatos no lo condenan categóricamente.
Al parecer, algunos aspirantes presidenciales del partido rojo comienza a abandonar su prolongado silencio e intentan quitarse esta espada de Damocles de sus cabezas, mucho más por la tara con la cual cargan debido al marcado obstruccionismo conservador en el Congreso para avanzar hacia una reforma de las leyes de inmigración.
El exgobernador de Texas Rick Perry aseguró este domingo en el programa This Week de la cadena televisiva ABC News que las posturas de Trump no representan al Partido Republicano. Otro de los precandidatos, el exgobernador de Florida Jeb Bush, cuya esposa Columba es mexicana, se mostró indignado por las declaraciones de Trump, quien el mes pasado propuso levantar un gran muro en la frontera con México.
Con una fortuna calculada en unos nueve mil millones de dólares, Trump confirmó el pasado 16 de junio sus intenciones de llegar a la Casa Blanca, mediante un incendiario discurso en el cual consideró que los inmigrantes indocumentados que llegan a Estados Unidos «traen drogas, traen crimen. Son violadores. Algunos, creo, son buenas personas».
Este tipo de comentarios extraordinariamente feos no reflejan al Partido Republicano, alegó Bush tras participar en un desfile por el Día de la Independencia, en New Hampshire, informó el diario The New York Times.
Por su parte, el candidato republicano a las elecciones presidenciales de 2012, Mitt Romney, opinó que los comentarios han hecho daño al partido.
Creo que Trump cometió un grave error al decir lo que dijo sobre los mexicano-estadounidenses, argumentó Romney durante las celebraciones del sábado en Wolfeboro, New Hampshire.
Varias televisoras como la NBC y Univisión, legisladores, líderes políticos y artistas, sobre todo de origen hispano, reaccionaron en contra de las opiniones racistas del multimillonario.
Las televisoras cancelaron la transmisión de programas patrocinados por Trump como los concursos de belleza Miss USA y Miss Universo, mientras voces del mundo artístico llamaron a un boicot de cualquier producto o evento que guarden relación con el empresario.
Trump ha rechazado ofrecer disculpas por sus comentarios, pese al alud de críticas y rechazos que generaron sus declaraciones.
No me voy a disculpar. Todo lo que he dicho es correcto, aseguró el magnate en declaraciones a la revista US Weekly la semana pasada.
