Jennifer Aniston ya ha declarado en varias ocasiones que ella está en contra del botox o de operarse sin necesidad. Viendo su nuevo anuncio de perfume, me pregunto qué pensará la actriz del retoque excesivo que ha sufrido porque está irreconocible.
No, no es un tríptico de publicidad del Madame Tussauds, es el nuevo anuncio de Jennifer Aniston y su fragancia ‘Near Dusk’. Como se puede observar en la fotografía, Jen ha perdido toda la naturalidad, la expresión y los rasgos faciales que la caracterizan.
Por culpa de una edición digital extrema, decimos adiós a sus hoyuelos, a su mandíbula cuadrada y, ya de paso, a los poros de su piel. Aniston está momificada y embadurnada en aceite o, por lo menos, eso es lo que parece.
Es una mezcla a caballo entre muñeco de cera y niña de ‘The Ring’ que acaba de salir del pozo con el pelo húmedo y encrespado. A pesar de que la localización de la sesión de fotos es bonita, la playa no consigue arreglar el desastre que supone el rostro embalsamado de la artista.
Pero, por si su piel no fuera suficiente, su mirada también ha sido retocada al extremo y sus ojos tiene extrañas manchas dentro de la pupila que pretendían ser destellos brillantes pero que han acabado siendo algo parecido a una patología ocular sin clasificar.
El anuncio desmerece a Jennifer porque ella es una mujer hermosa y casi siempre va poco maquillada, por lo tanto, dudo mucho que le haya gustado esta publicidad en la que no parece ni ella. ¿Hasta dónde es lícito el uso del Photoshop? ¿Es normal desvirtuar así la belleza de una actriz por querer que tenga piel de muñeca? ¿Estará contenta Jen con esta campaña? ¡Mucho me temo que no!.
