Bristol.- Dicen que lo que está pa’ ti nadie te lo quita. Bien lo sabe parte de la delegación brasileña que sufrió el extravío de parte de sus pertenencias en el aeropuerto de Sao Paulo.
El Comité Olímpico Brasileño (COB) denunció que al menos 20 maletas desparecieron y que era probable que la «guarida» de los antideportivos malhechores se encontraba en el aeropuerto de Guarulhos, en Sao Paulo. La detectivesca hipótesis se sustentó en que «casualmente» todos los equipajes perdidos fueron facturados en esa terminal.
ABANDERADA URUGUAY
Otra que seguramente anda con el ceño fruncido debe ser la corredora de 400 metros con vallas Deborah Rodríguez que debió ser la abanderada de Uruguay, pero no pudo llegar a Canadá en tiempo por un retraso de su vuelo.
No tengo idea si la corredora recibirá compensación por este mal momento. Si fuera ella ya estuviera exigiéndola. El honor de ser el abanderado de tu país en unos juegos de tal magnitud no se da todos los días.
BIEN “AZARAO” RIVERA
Pero si de mala suerte se trata nadie la debe estar pasando peor que el gimnasta boricua Luis Rivera que se lesionó, y aunque pudo desfilar portando la bandera de Puerto Rico, no podrá competir debido a un desgarro del bicep izquierdo durante una práctica celebrada el miércoles.
Con relajo no hay paraíso. Así de enfáticas e intransigentes son las autoridades de la Federación Mundial de Badminton (BWF, por sus siglas en inglés) que descalificaron a los atletas canadienses Adrian Liu y Derrick Ng «por una violación inadvertida» de sus normas.
Ambos jugadores iban a competir en la prueba de dobles masculino pero cometieron el pecado de inscribirse en otro campeonato que se desarrollará en la misma semana de las competencias de badminton en Toronto.
Esa situación bastó para que la BWF vetara la participación de Liu y Ng, quienes han ganado tres veces los Campeonatos Panamericanos y actualmente ocupan el puesto número 41 del ranking mundial (llegaron a estar en el lugar 34 del mundo en fecha tan cercana como febrero de 2015).
La Federación canadiense presentó una apelación pero recibió un NO como respuesta. Salvando las distancias (y los extremismos), quizás la FIFA pudiera tomar nota, bajarse del pedestal y mirarse en el espejo de la modesta BWF.
En mi casa mando yo. Esa es mi filosofía y presumo de ella. Claro está, me ampara la soltería. Casado otro gallo, mejor dicho, otra gallina cantaría. Pero quien sí impone condiciones y exige que se le trate de usted en estos juegos es Canadá. Tal parece que se cansaron de estar a la sombra de Estados Unidos y Cuba, las dos grandes potencias del continente.
«Ahora o nunca» es el grito de guerra para superar su mejor ubicación histórica, lograda coincidentemente como locales en Winnipeg 1967. Entonces con 12 títulos, 37 preseas de plata y 43 de bronce escoltaron en el medallero general a sus vecinos estadounidenses (120-63-42).
Cuarenta y ocho años después de aquella gesta no se andan con medias tintas. Desplazar a Cuba es la meta, aunque ser reyes de América también les pasa por la mente. Y no hay mejor escenario para lograrlo que la propia casa. Ya tuvieron como antecedente una actuación de 64-52-80 en la segunda ocasión en que acogieron los juegos en Winnipeg 1999.
Es por eso que han presentado la armada más numerosa (alrededor de 700 atletas) de su historia panamericana que comenzó en 1955, durante los II Juegos, celebrados en la Ciudad de México en 1955.
«Los atletas saben que es ahora o nunca porque están en casa, con su gente, pero tampoco podemos ignorar el poder de Estados Unidos», declaró Curt Harnett, jefe de la misión canadiense. Según Harnett los locales están para «competir y ganar. Queremos estar entre los primeros dos lugares, que sería algo inédito para nosotros. Tenemos la delegación más grande y con un muy buen nivel.
Nuestra primera meta es tener un éxito sin precedentes». Alentadoras palabras de Harnett, pero del querer al delirio hay una fina cuerda.
Nos vemos en el día 2..
