No solo los diversos sectores del país, políticos, sociales y representantes empresariales han salido en defensa de la soberanía, sino también la población común rechaza de manera tajante que los nacionales haitianos residentes en República Dominicana sean maltratados, como alega parte de la comunidad internacional.
Luego de concluido el procedimiento para ordenar el número de indocumentados en la nación, el territorio ha sido objeto de una campaña internacional de descrédito iniciada primero por algunos organismos internaciones y luego por el propio presidente de Haití, Michel Martelly, quien tras agotar su turno en la la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de Integración Latinoamericano (SICA), pidió adoptar medidas para poner fin a la supuesta violencia ejercida contra haitianos en tierra dominicana.
DominicanosHoy, a fin de conocer la opinión de la ciudadanía sobre un aspecto que por su trascendencia e importancia ha merecido el sentir de todos los sectores de la vida nacional, investigó la opinión de la población, que no podía ser la excepción, y a voces de coro se integró en defensa de la independencia condenando los ataques impelidos en su contra.
Opiniones
El comerciante Ramón Rosario expresó que en ningún lugar del mundo los haitianos son tratados con humildad y respeto como aquí. Además, valoró como positivas la actitud y las acciones del Gobierno para poner en orden la inmigración de foráneos. Dijo que son satisfactorias las garantías ofrecidas a los derechos de los migrantes y de los dominicanos descendientes de extranjeros.
El médico Juan Vilorio entiende que el Estado debe tener una posición clara en torno al espinoso tema y definir bien su Plan Nacional de Regularización de Extranjero: “¿Cómo no mantener una legalización si cuando uno viaja a otros estados, lo primero que le dicen es que debe regularizarse?; yo pienso que el mismo sistema de Gobierno ha provocado esta situación”, apuntó.
Pedro Asunción, vendedor de frutas, apoya incondicionalmente a todas y cada una de las medidas adoptadas por el presidente Danilo Medina en relación con este tema.
Fanil Pérez, ama de casa, entiende que uno en su hogar es quien pone sus reglas y esta no es la excepción, por lo que precisa que opinar sobre políticas migratorias ajenas es una injerencia.
De su lado, Gloria Rodríguez señala que este es un pueblo cristiano y en base a eso son tratados los haitianos. Califica de infamia hablar de maltratos contra ese segmento poblacional.
La dama opina que hay una oleada de descrédito contra los dominicanos y es el propio gobierno haitiano quien la dirige, “esparciendo al mundo falsas noticias de que se está ejerciendo violencia contra esos ciudadanos”.
María Rodríguez justifica lo sucedido razonando que hay intereses: “A los organismos internacionales se le venden creencias que no son ciertas y ellos en su ignorancia las asimilan. Son una asociación de malhechores, y viven metiéndose en los asuntos de otras naciones, que si se las quitan, no tendrían sobrevivencia.
“Mira como los nativos de Haití se han esparcido aquí y andan vendiendo en las calles como si nada; si se les maltratara, no estuvieran, ya se habían marchado”, reflexiona.
Ofensiva del Gobierno
El Gobierno lleva a cabo en la actualidad un plan internacional de comunicación estratégica para contrarrestar las informaciones sin fundamentos, acerca de los resultados del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.
El propio presidente Danilo Medina defendió ante la Cuadragésima Quinta Asamblea del Sistema de Integración Latinoamericano (SICA) la política migratoria y calificó de maniobra sucia los ataques de distintos sectores al respecto.
Como parte de la estrategia puesta en marcha por el Gobierno para explicarles a la comunidad internacional los alcances del Plan Nacional de Regularización de Extranjero, el canciller Andrés Navarro se reunió este lunes con los embajadores del Grupo Latinoamericano acreditados en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a fin de explicarles lo concerniente a la política migratoria que aplica el Gobierno.
Lo anterior evidencia que aunque en el país surjan discrepancias y puntos de vista diferentes sobre algún tema, cuando de salvaguardar la soberanía se trata, la sociedad en general se une para preservarla.
Sin embargo, no basta tener la razón en los conflictos que se presentan, para obtener el respaldo de la opinión pública universal, también urge una defensa eficaz, con argumentos avalados por datos y pruebas convincentes.
Pues no hay que ser ilustrado para saber que desde que existen los dos países, los haitianos han sido más diestros que los dominicanos en la defensa diplomática de sus intereses en el plano internacional, hasta el punto de que es Haití quien siempre lleva la voz cantante.
