La economía chilena creció un 2,7 por ciento interanual en junio, una cifra mejor a lo esperado, pero que se enmarca en un escenario de debilidad de la actividad interna y afianza las perspectivas de que se mantenga una política monetaria expansiva para apuntalar la inversión.
El resultado, difundido el miércoles por el Banco Central, fue superior al 2,3 por ciento que esperaba el mercado para el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) en un sondeo de Reuters.
«En el resultado incidió, principalmente, el incremento de la industria manufacturera y de la actividad minera», dijo un comunicado del Banco Central.
Con la cifra de junio, el Imacec acumuló una expansión del 2,1 por ciento en los primeros seis meses de este año y del 1,7 por ciento en el segundo trimestre.
En el primer trimestre, la economía chilena acumuló una expansión del 2,4 por ciento.
«Inicialmente, esperamos un desempeño un poco mejor en julio y agosto, pero los datos todavía son escasamente concluyentes. No obstante, las cifras muestran una tendencia a la aceleración extremadamente moderada, apenas suficiente para sugerir que el segundo trimestre habría sido el más débil del año», dijo Benjamín Sierra, economista de Scotiabank.
Si bien el dato de junio implica una recuperación tras la expansión del 0,8 por ciento en mayo -su menor ritmo en lo que va del año-, analistas estiman que el efecto sería puntual y la visión para el ejercicio completo apunta a un crecimiento modesto.
«Creemos que aún es demasiado prematuro para hablar de cambios de tendencia en demanda interna, y los mejores registros que vendrán hacia adelante seguirán siendo fruto de bajas bases de comparación y crecimientos desestacionalizados levemente positivos», dijo Antonio Moncado, economista del banco Bci.
