Tragedias de inmigrantes en tierra y mar cobran cientos de vidas

Unos 200 inmigrantes de África, Oriente Medio y Asia murieron cuando el bote sobrecargado en que viajaban se hundió frente a la costa libia, mientras las autoridades austríacas elevaron el viernes a 70 el número de refugiados hallados muertos en un camión refrigerador.
 
Ambas tragedias fueron resultado de una renovada ola de inmigrantes que buscan escapar de la guerra y la pobreza, lo que ha dejado a Europa frente a su peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
 
Tres personas fueron arrestadas en Hungría en conexión con la muerte de los refugiados en el camión, dijo el periódico austríaco Krone, aunque las autoridades en Austria y Hungría no pudieron confirmar el reporte.
 
Un funcionario de seguridad en la ciudad occidental libia de Zuwara, desde donde había salido el bote, dijo que había unas 400 personas a bordo. Aparentemente muchos quedaron atrapados en la bodega cuando el barco se hundió el jueves.
 
Hacia última hora de la tarde, la guardia costera libia había rescatado alrededor de 201 personas, de las cuales 147 fueron trasladadas a un centro de detención para inmigrantes ilegales en Sabratha, en el oeste de Trípoli.
 
Los inmigrantes provenían del África Subsahariana, Pakistán, Siria, Marruecos y Bangladesh, dijo el funcionario de seguridad.
 
La guardia costera italiana dijo que 1.430 personas habían sido rescatadas en varias operaciones frente a Libia el jueves y un buque mercante enviado para asistir a una pequeña embarcación con 125 personas recuperó dos cuerpos.
 
La guardia costera libia tiene capacidades limitadas y depende de botes inflables, remolcadores y buques de pesca.
 
Zuwara, cerca la frontera tunecina, es un importante centro para los traficantes que envían inmigrantes a Italia.
 
Libia es una ruta muy transitada para los inmigrantes que esperan llegar a Europa. Las redes de tráfico explotan la falta de leyes y el caos para traer sirios a Libia a través de Egipto, mientras los africanos llegan vía Níger, Sudán y Chad.
 
Más de 2.300 personas murieron este año tratando de llegar a Europa por barco, comparado con los 3,279 de todo el año pasado, según la Organización Internacional para las Migraciones.

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