Charleston (EE.UU.).- La asamblea general de La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) arrancó este viernes en Charleston (Carolina del Sur, EE.UU.) con un llamamiento a la libertad de prensa en Latinoamérica y duras críticas contra algunos gobiernos de la región por su presión, de distintas formas, a los medios de comunicación.
Durante cinco días, la SIP abordará los principales desafíos en el sector de la comunicación en Latinoamérica, especialmente la libertad de expresión, la violencia contra periodistas (11 muertos en el último semestre), la alta concentración de medios en manos de algunos gobiernos o el auge de la prensa digital y las nuevas tecnologías, entre otros asuntos.
En una entrevista con Efe, el director ejecutivo de la SIP, Ricardo Trotti, subrayó la coincidencia de esta cita en Charleston con la nueva etapa abierta entre Estados Unidos y Cuba, una ocasión «propicia» para que Washington recuerde la situación en la isla y exija la libertad de los periodistas presos en Cuba.
«Hemos insistido en que no puede quedar fuera (de la agenda bilateral) el asunto de los tres periodistas cubanos que están presos», afirmó Trotti, quien apuntó que habrá un panel específico dedicado a la nueva etapa que se abre en la isla.
Trotti, exjefe de redacción del diario argentino El Liberal, subrayó la importancia de esta Asamblea y la necesidad de realizar un alegato por la libertad de prensa, también en países como Venezuela y Ecuador.
Preocupa especialmente a la SIP la «falta de transparencia y de acceso a la información pública», por un lado, y la «utilización de la publicidad oficial como arma para discriminar a medios que no se pliegan a los Gobiernos», por otro, hizo hincapié Trotti.
En esta disección de los problemas que afrontan los periodistas en el ejercicio de la profesión, Trotti apuntó a la «concentración de medios» en manos del Estado como el «problema más grave en América Latina», al menos en cinco países.
Así, en Ecuador «se han confiscado medios calificados de corruptos y prometido que, en el término de seis meses, se iban a poner a licitación pública».
