En opinión del geólogo y ambientalista Osiris de León en la República Dominicana no se debe estar pagando el galón de gasolina por encima de los 150 pesos, puesto que en los Estados Unidos, la premium hoy en día cuesta poco menos de US$2, equivalentes a 90 pesos, mientras en el país se vende a RD$ 180, es decir, el doble del valor.
Dijo que esta realidad obliga al Congreso a revisar y actualizar la Ley 112 de Hidrocarburos, por el hecho de que los precios de comercialización de los derivados del petróleo en el país son fijados semanalmente de manera discrecional, con un significativo componente impositivo.
Explicó que esa situación obedece a que los combustibles son inelásticos, y la gente está obligada a comprarlos al precio oficial de comercialización, pese a que de esa forma se cometen injusticias económicas contra la población.
«Si bien es cierto que la República Dominicana no es un país productor de petróleo y necesariamente tiene que importarlo, siempre tomamos como referencia el precio de West Texas y el de Venezuela, y al ver que hoy cuesta por debajo de los 40 dólares entonces llegamos a la conclusión de que necesariamente debemos modificar la Ley de Hidrocarburos para eliminar los componentes discrecionales que permiten los altos precios pagados por la población», adujo De León.
Dijo que los denominados «Gastos de Administración de la Ley, de la Terminal», y «Otros Costos», son tres componentes que tienen que ser eliminados porque abren las puertas a la discrecionalidad administrativa por parte del Ministerio de Industria y Comercio.
Osiris De León afirmó que el dinero excedente que está pagando el pueblo dominicano en los altos precios de los hidrocarburos se está destinando fundamentalmente al gasto corriente (sueldos y subsidios) y no al gasto de capital (construcción de presas y canales de riego) y esto de algún modo tiene que ser revisado en el corto plazo por el Congreso Nacional.
El estudioso entiende que los legisladores deben revisar la Ley, a fin de que nada quede genérico, ni sujeto a la discrecionalidad, sino que se establezca en la nueva ley que el precio máximo a que debe venderse el galón de gasolina, gasoil o GLP nunca sea superior al 125% del valor del costo, seguro y el flete, es decir, no más de un 25% por encima del costo de adquisición e importación.
Pie de foto: Pese a la significativa caída del precio del barril de petróleo en los mercados internacionales, los combustibles siguen caros en República Dominicana
