Después de saludarte, aprovecho para hacerte un comentario referente a tu columna «Fuera de Cámara» de hoy viernes 22 de enero en el portaaviones de la prensa dominicana. En el mismo, sobre las elecciones de 1974, comentaste: «Balaguer se las ingenió para ir a la reelección con una contraparte improvisada por el ex contralmirante Luis Homero Lajara Burgos y su pequeño Partido Demócrata Popular, y de esa forma pudo justificar su continuidad en el poder».
Tu comentario, el cual respeto pero no comparto, sobre la participación de Lajara Burgos en esas elecciones tiene varios desatinos, como por ejemplo lo de La CONTRAPARTE IMPROVISADA, ya que mi padre aspiraba a la presidencia de la República desde el 1969, cuando era miembro del PRD, y en enero de 1974 era ya el candidato proclamado por un partido reconocido por la Junta Central Electoral (JCE).
Lo segundo, amigo César, es que también afirmas, sin conocer las verdaderas interioridades, de que BALAGUER SE LAS INGENIÓ para que mi padre fuera su contrincante. Eso no ocurrió así. Lajara Burgos NO pactó con Balaguer en 1974, fue un poderoso grupo militar que prácticamente lo acorraló para que fuera a esas elecciones con la amenaza de un Golpe de Estado y otra guerra civil.
Además, la Junta Central Electoral (JCE) emitió en esos días un comunicado reseñado por el Listín Diario, precisando que las elecciones de 1974 iban a realizarse aunque sea con un solo partido», de manera que decir que la participación de mi padre LEGALIZÓ esas elecciones también es tema de análisis.
Sigo comprobando que en contra de mi padre hay una especie de maleficio mediático, muchas veces por desconocimiento, contra el cual lucharé con la verdad en la mano hasta que ese punto ciego de la historia se aclare. Seguiré al remo con otras entregas más de mi ensayo «El Punto Ciego de la Historia» del cual te envío el enlace del primero de diciembre pasado, por si no lo viste, con la seguridad de que ponderarás el contenido del mismo para futuros comentarios sobre ese tenor.
Afirmo con orgullo que mi padre fue un militar y político honesto y patriota, que nunca manchó sus manos ni de sangre ni de peculado, de manera que este Punto Ciego no puede enlodar la vida ejemplar de un servidor público que ingresó a la política para servir, no para servirse.
Con sentimientos de consideración y alta estima personal.
Muy atentamente,
Homero Luis Lajara Solá
