La cumbre Asean-Estados Unidos que comienza ratifica al bloque como importante actor en Asia-Pacífico, condición reconocida por la parte anfitriona, de ahí el interés en ampliar las relaciones bilaterales como parte de su estrategia para esta región.
El encuentro de dos días en Sunnylands, California, deviene nuevo paso en los vínculos entre el país norteño y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, (Asean), integrada por Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia, Vietnam y Laos, que la preside este año.
La cita tiene como antecedente la decisión tomada en la cumbre de la agrupación realizada en Kuala Lumpur, Malasia, en noviembre pasado, cuando elevaron sus nexos al nivel de asociación estratégica y trazaron un plan de acción hasta 2020.
En esa ocasión, Obama dijo que su Administración profundizó la cooperación con estos 10 estados porque una Asean efectiva, integrada y unida en el centro de Asia será una fuerza de estabilidad, prosperidad y paz.
La colaboración con ese propósito, sobre todo la económica, es necesaria y bien recibida, porque en esta región, a pesar de los avances, en varios países abunda la pobreza, siempre causa de conflictos.
Pero Estados Unidos está consciente también de que la Asociación en su conjunto tiene un Producto Interno Bruto de 2,6 billones (millón de millones) de dólares, un crecimiento económico anual de 4,6 por ciento, un mercado de más de 620 millones de personas, con el pronóstico de que para 2030 será la cuarta economía del mundo.
Ese vaticinio debe hacerse realidad en buena medida gracias al creciente proceso de integración del bloque, que el 31 de diciembre lanzó su Comunidad Económica como nueva expresión de ello.
Por esa razón, estas relaciones, incluida la cumbre, no pueden verse como favorables solo para una parte, la otra también se beneficia de cuanto se hace.
Declaraciones de la embajadora de Estados Unidos ante la Asean, Nina Hachigian, amplían en ese sentido.
Washington invierte en la agrupación porque es de su interés, dijo la diplomática, quien prometió la continuidad de la presencia de su país en la región «no importa quien sea el próximo presidente».
Otros datos revelan la importancia bilateral de estos nexos: Estados Unidos es el mayor inversionista en estas 10 economías, que a su vez son su cuarto socio comercial.
Además, se augura que estos vínculos se profundicen con el Acuerdo Transpacífíco de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), en el que participan Brunéi, Malasia, Singapur, Vietnam, Estados Unidos y siete países más, mientras otros miembros del bloque muestran interés en sumarse a ese pacto de libre comercio e inversiones.
Esos dos últimos figuran en la sesión que abrirá la cita, primera de su tipo en territorio estadounidense y cuyo programa incluye una cena privada sin una agenda específica. La parte final del encuentro se dedicará a cuestiones de seguridad.
Una de ellas debe ser la lucha contra el terrorismo, que mucho preocupa en esta zona, sobre todo luego del atentado del mes pasado en Yakarta, Indonesia, con saldo de varios muertos y reivindicado por el Estado Islámico.
Otro tema que debe surgir en estas deliberaciones es el relacionado con el litigio en el mar de China Meridional -tiene nombres diferentes en países del área-, o sea, los reclamos territoriales en esa zona.
Hacerlo implica mencionar a China y de esa forma la cumbre trasciende los vínculos Asean-Estados Unidos, en un asunto que compete a las partes directamente involucradas en el diferendo, y hoy también fuente de tensiones entre Beijing y Washington, que incrementa su presencia en la región.
