El Banco Mundial recortó sus previsiones de crecimiento en el 2016 y el 2017 para los países en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico, y dijo que el panorama está empañado por la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento de China, la volatilidad del mercado financiero y las nuevas caídas en los precios de las materias primas.
El prestamista con sede en Washington ahora espera que la región de las economías en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico (EAP, por su sigla en inglés), incluyendo a China, crezca un 6,3 por ciento en el 2016 y un 6,2 por ciento en el 2017.
Esta representaría una desaceleración desde la expansión de un 6,5 por ciento en el 2015. Su pronóstico anterior de octubre era de un crecimiento de un 6,4 por ciento en el 2016 y de un 6,3 por ciento en el 2017.
La desaceleración prevista en la región se debe principalmente a la moderación en curso del crecimiento en China, que probable se ralentizará a un 6,7 por ciento en el 2016 y a un 6,5 por ciento en el 2017 desde el 6,9 por ciento que registró en el 2015, según el banco.
Las previsiones de expansión para China se mantuvieron sin cambios a partir de octubre.
