Los crímenes de personas en asaltos a manos armadas en las calles dominicanas se hacen cada vez más comunes. Los antisociales no reparan en sus víctimas, no importa que sea mujer, anciano o joven. Hasta niños y adolescentes han sido despojados de celulares.
Prestamistas y comerciantes eran los más afectados, luego el despojo de celulares, siguiendo asaltos a bancas de loterías y saqueo de carteras. Ahora incursionan en el robo de vehículos, estando de moda el arrebato de motocicletas. Otros más experimentados atacan bancos comerciales o abordan a clientes que canjean altas sumas, a los que asesinan para quitarles el efectivo. Asaltos a guaguas del transporte público es el último recurso usado por los vándalos para obtener dinero fácil.
Mientras crece el número de sucesos lamentables en todo el país, el escenario de inseguridad toca a toda la sociedad, sin que al parecer, las autoridades responsables aborden estrategias que permitan devolver la tranquilidad a la ciudadanía.
Entre tanto, la gente ha empezado a asumir conductas más inteligentes frente a los asaltos y robos, reaccionando de manera pacífica ante sus atacantes, a los que entregan sus pertenencias sin resistirse. Mientras que otros prefieren morir antes de ceder sus objetos a los delincuentes.
“A mí hay que matarme para quitarme lo mío”, era la frase pronunciada por Pedro Herrera (lsrael), un obrero de la construcción que en sus horas libres se dedicaba a transportar personas en una motocicleta de su propiedad.
Residía junto a su padre en el sector El Café de Herrera, Santo Domingo Oeste, quien le aconsejaba que no saliera a la calle de noche, por temor a que fuera agredido y le quitaran la moto, a lo que contestaba que primero debían matarlo.
El consejo del padre a su hijo era una norma del día a día, pero la tragedia no se hizo esperar, porque como era costumbre Moisés salió a realizar el trabajo que le permitía su sustento y el de dos hijos. Esa noche fue abordado por una persona que le pidió lo llevara a un punto en la avenida Gregorio Luperón, a donde aceptó ir, pero en el lugar los esperaron otros dos que le exigieron el motor, a lo que se negó como había prometido, enseguida le hicieron un disparo por la espalda muriendo al instante.
Cuatro días antes de este suceso, a Roberto Ventura Beriguete, un joven estudiante universitario, residente en Los Girasoles, en la capital, siendo las 11:00 de la noche, hora en que salió de su trabajo en un pizzería en Las Palmas de Herrera, Santo Domingo Oeste, fue obligado a entregar su motocicleta por dos hombres que viajaban también en una moto, quienes apuntándole con una pistola a la cabeza lo doblegaron.
En otro hecho ligado a robo de motocicleta, el 19 de abril, un asaltante mató de un disparo accidental a su compañero de delitos después de que ambos despojaron a un ciudadano haitiano de un motor en la calle Guido Gil, del sector El Abanico de Herrera, Santo Domingo Oeste. El fallecido fue Rayner Manuel Castillo, de 33 años.
En esos mismos días fue ultimado por herida de bala durante un asalto, el prestamista Radhaysi José Sosa Rojas, de 32 años, a quien le quitaron una pistola mientras transitaba en su jeepeta por la calle Tercera Respaldo Rosa, del sector Las Palmas de Herrera, Santo Domingo Oeste.
De acuerdo con la Policía, previo al ataque a Sosa Rojas, habían asaltado a una pareja en la avenida Isabel Aguiar, del mismo sector, robándole sus pertenencias, mientras se desplazaban a bordo de un carro marca Toyota Corolla, azul, placa A312142, ocupado al momento de su apresamiento.
Posteriormente, un grupo de tres hombres asaltó una sucursal del Banco BHD-León, en Villa Mella, de donde se llevaron RD$5.5 millones de pesos y 43,500 dólares. En la acción no hirieron a nadie, pese a que desarmaron al vigilante.
Para perpetrar el robo, dos de los tres individuos penetraron al lugar vestidos de seguridad, y un tercero se quedó afuera en el vehículo. Imágenes de la agresión tomadas por videocámara identifican a los perpetradores, pero la policía no los ha apresado.
El lunes 23 de mayo fueron encontrados los restos de tres personas en una fosa común en las proximidades de Guavaberry, San Pedro de Macorís, Los cuerpos correspondían a tres choferes que estaban desaparecidos. Por el hecho están en la cárcel tres personas, entre estas una sargento de la Policía.
A inicios de mayo varios desconocidos asaltaron al periodista y exencargado de prensa de la Presidencia de la República durante los gobiernos del expresidente Leonel Fernández, Rafael Núñez, a quien sustrajeron su celular y varias pertenencias. El hecho ocurrió en el sector de Herrera, Santo Domingo Oeste, a donde el comunicador acudió para una reunión de trabajo de su oficina privada y fue asaltado a punta de pistola, a lo que no ofreció resistencia.
Los citados asaltos se suman a una larga lista de personas públicas o allegados, que han sufrido las embestidas de la delincuencia en los últimos días. Entre estos se cuenta la agresión a un sobrino del dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y exdirector de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), Ignacio Ditrén. El joven de 25 años trató de evitar ser atracado, pero fue herido de un disparo, muriendo un mes después en el hospital Ney Arias Lora donde fue ingresado.
Igualmente, creó gran consternación el asesinato del secretario general del Comité Para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), Emmanuel Muñoz, de 23 años. Lo mataron para despojarlo de 164 mil pesos a la salida de un banco, donde había cambiado un cheque en el sector Espaillat, Distrito Nacional.
A la larga lista se suma el asesinato de la madre de un exfiscal y director de la Comisión Permanente de Titulación, José Dante, en el sector Honduras. La mujer fue estrangulada y se presume que fue para llevarse una caja fuerte. Hasta el presidente Danilo Medina mostró su consternación por el hecho y ofreció sus condolencias a la familia.
Otra modalidad de engaño de los delincuentes es la realizada mediante llamada telefónica a un pariente de la posible víctima, a quien le informan que su pariente ha sufrido un accidente y matado a una persona, normalmente a una niña, que está detenida y que requiere una alta suma de dinero para ser liberada.
La más recientes de estas fue la madre de la periodista Patria Vizcaíno, una señora de 68 años, que fue llamada a su hogar por una persona que dijo ser fiscal, quien le avisó que la comunicadora había tenido un accidente y matado a una menor, y que requería de RD$300 mil para dejarla en libertad. La atolondrada mujer recogió joyas y dinero en efectivo y lo entregó a un desconocido próximo al cuartel de la Policía en Los Mina, Santo Domingo Este.
Iglesia católica pide actuar
Al referirse a la situación de intranquilidad en que viven las familias dominicanas, la Iglesia Católica afirmó que el país está viviendo momentos difíciles por la gran delincuencia y que los actos de violencia que estremecen a la sociedad, no son “percepción, sino una realidad”.
El clero ha sostenido que la inseguridad ciudadana está acorralando a los dominicanos, al extremo de que las familias están viviendo en una cárcel sin puertas.
“Las bandas criminales han tomado tanta fuerza que ya imponen su regla de juego, llegando a controlar territorios, a los cuales nadie puede penetrar”, indica la curia en el editorial del semanario Camino.
Hizo un urgente llamado a fortalecer las instituciones que deben velar por el respeto a las leyes, advirtiendo que no se puede seguir indiferente frente a los males que amenazan con robarnos la paz.
“Todavía estamos a tiempo de frenar estas inconductas que toman ribetes de normalidad. Todos podemos aportar para crear un clima de paz, recordando siempre que esta es fruto de la justicia”, subraya.
Este jueves, el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, reconoció que los robos mediante asaltos y atracos han aumentado, y dijo que promueve en el Congreso una ley que busca sanciones más severas para estos delitos. Refirió, no obstante, que han disminuido los homicidios y los secuestros.
