Hambre y guerra

José Antonio TorresPor: José Antonio Torres

El papa León XIV en un enérgico mensaje a los delegados de la conferencia de la FAO que se celebró en España el pasado fin de semana, advirtió a los países en conflicto no usar la hambruna como arma de guerra.

Calificó de vergonzosa las acciones militares que atacan los centros de alimentos y condenan a los civiles a morir de hambre.

Aunque el Papa no lo hizo, es bueno recordar que el 24 de mayo de 2018, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobó por unanimidad una resolución de condena al uso de la hambruna como táctica de guerra.

Fue la primera vez que el Consejo abordó el tema, reconociendo una amenaza para la vida de decenas de millones de personas.

Dirigida a los países actualmente en guerras internacionales o civiles, la resolución implora a todas las partes que dejen intactas las reservas de alimentos, las granjas, los mercados y otros mecanismos de distribución.

A nivel mundial, el número de personas hambrientas y desnutridas había disminuido durante al menos dos décadas, pero comenzó a aumentar después de 2015.

Los expertos creen que los conflictos y las guerras, junto con los fenómenos meteorológicos asociados al cambio climático, son las principales razones de este retroceso.

De los 815 millones de personas que padecían desnutrición crónica en 2016, el 60 % vivía en zonas afectadas por conflictos armados. Cifra que en la actualidad supera a los 1,000 millones de habitantes en todo el planeta.

Durante un conflicto una o ambas partes pueden impedir que las operaciones de socorro lleguen a las poblaciones hambrientas o incluso llevar a cabo ataques contra organizaciones humanitarias, como ocurre actualmente en la Franja de Gaza donde soldados de Israel asesinan a civiles hambrientos en los puestos de distribución de comida.

La historia cuenta que durante la Guerra de Secesión de Estados Unidos, los soldados de la Unión lucharon bajo las reglas de combate conocidas como el Código Lieber, que les permitía «matar de hambre al enemigo, armado o desarmado».-elnacional.com.do

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