Las operaciones de Burbano Benavides eran muy bien organizadas, no realizaba más de dos viajes al año y la mayoría del tiempo permanecía en República Dominicana, lo que significa que este hombre no era un simple piloto, si no, un distribuidor de cocaína.
El recién capturado narcopiloto colombiano, Édgar Armando Burbano Benavides, introducía a la República Dominicana unos 11,500 kilos de cocaína por viaje, durante sus operaciones que iniciaron en el año 2017 y que utilizó de manera irregular, en varias ocasiones, el aeropuerto internacional de La Romana para descargar su cargamento de sustancias.
“Lo que delató a este piloto no fue una labor de inteligencia, si no, un incidente que tuvo durante una de sus operaciones y esto levantó sospechas; de no ser así, este -narcopiloto- estaría inundando el país de cocaína al frente de las narices de las autoridades”, dijo una fuente a DominicanosHoy.com.
Agregó que la aeronave utilizada por Burbano Benavides permanecían por mucho tiempo en hangares dominicano, lo que daría a entender que este tendría propiedades en la zona donde llevaba a cabo sus operaciones: “No le tome por sorpresa de que esto sea así, las autoridades, ahora, están investigando; pero todos sabemos que este país es un paraíso para el narcotráfico y la compra de cualquier mueble o inmueble se realiza sin que las autoridades se enteren. Hay que tomar en cuenta que Burbano Benavides operó por casi ocho años, y durante ese tiempo hizo muchas *inversiones*”.
Las autoridades colombianas tienen los datos precisos de las operaciones realizadas por el «narcopiloto» y las autoridades dominicanas lo pedirán en extradición en los próximos meses.
Este es el caso
En un operativo conjunto que se llevó a cabo en un exclusivo sector de Bogotá, las autoridades colombianas capturaron a Édgar Armando Burbano Benavides, un piloto colombiano que era requerido por la justicia de República Dominicana, debido a su presunta participación en redes de narcotráfico internacional.
De acuerdo con información difundida por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, la detención se realizó en cumplimiento de una notificación roja emitida tras recibir y estudiar una solicitud de la Procuraduría Especializada de Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo de República Dominicana.
De acuerdo con las autoridades dominicanas, Burbano desempeñaba un papel clave como piloto en el transporte ilícito de drogas desde Colombia hacia el Caribe. Incluso, en 2017, habría ingresado de manera irregular al aeropuerto internacional de La Romana, en República Dominicana, a bordo de una aeronave procedente de Cartagena.
En esa ocasión, la aeronave realizó maniobras evasivas, como cambios de luces y un aterrizaje no autorizado, lo que permitió, según las investigaciones, la descarga de un cargamento de cocaína antes de abandonar el lugar.
Este hecho llevó a que en 2018 se emitiera una orden de arresto y la notificación roja, tras recolectarse pruebas que lo vinculan con actividades de narcotráfico y lavado de activos.
Del mismo modo, la Fiscalía General de la Nación en Colombia detalló que Burbano llevaba una vida de lujos en Bogotá, manteniendo un perfil bajo para evitar ser detectado. Según las investigaciones, utilizaba otro nombre y evitaba el contacto social, incluso con sus vecinos, por lo que logró pasar desapercibido por un largo tiempo.
La investigación indicó que, desde 2020, el piloto colombiano dejó de operar vuelos comerciales para dedicarse exclusivamente a vuelos chárter, utilizando pistas no autorizadas para evadir los controles oficiales.
Su experiencia en su labor era considerada fundamental para garantizar que los cargamentos de droga llegaran a su destino sin ser detectados por las autoridades.
Del mismo modo, se indicó que el medio de transporte aéreo que utilizaba Burbano era clave para las operaciones de narcotráfico, teniendo en cuenta que permitía movilizar cargamentos de cocaína de manera rápida y con menor riesgo de intercepción. Por esta razón, las autoridades dominicanas señalaron que los delitos por los que se le acusa, incluyendo el narcotráfico y el lavado de activos, pueden ser castigados con penas de hasta 15 años de prisión en ese país.
Tras su captura, Burbano fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, a través de su Oficina de Asuntos Internacionales, mientras se adelanta el proceso de extradición hacia República Dominicana. Según la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, la detención de Burbano representa un golpe significativo contra las redes de narcotráfico que operan entre Colombia y el Caribe.
Las investigaciones también revelaron que Burbano participaba activamente en la logística de las operaciones de narcotráfico, asegurando que los cargamentos fueran entregados con precisión en sus destinos, por lo que pronto dejó de ser un transportador para convertirse en una figura más relevante, pues su coordinación y experiencia lo convirtieron en una pieza clave dentro de las estructuras criminales que buscan evadir los controles internacionales.