Estimados hermanos de armas y amigos entrañables:
Hoy, 45 años después de mi ingreso a la Academia Militar Batalla de Las Carreras, tras haber cursado tres meses como aspirante en la entonces Academia Naval de la Marina de Guerra, me permito lanzar al viento algunas reflexiones de este derrotero que la vida me trazó con generosidad.
Aquel joven lleno de vocación y pasión, cargado de ilusiones, inició su travesía con el firme propósito de servir a la patria inspirado en el puente de mando que mi padre, antiguo Jefe de Estado Mayor de la entonces Marina de Guerra, me inspiró. La formación recibida en la Academia Militar y los sólidos principios inculcados en el hogar me forjaron para asumir con honor los retos de una vida al servicio de la nación.
A lo largo del tiempo, los vientos y mareas me llevaron por horizontes internacionales, donde los cursos y entrenamientos en el extranjero ampliaron mi visión más allá de la del ortodoxo isleño, abriéndome a nuevas formas de pensar y de ejecutar la misión naval en el contexto insular.
Hoy, con el orgullo de haber alcanzado la misma posición que mi padre como Jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, y tras haber entregado mis mejores esfuerzos en cada singladura, navego en las aguas serenas del retiro. Sin embargo, el compás magnético sigue apuntando al deber, tratando de aportar para el fortalecimiento de nuestras instituciones y el progreso de nuestro querido país.
En este día de remembranzas y emociones profundas, celebro con ustedes, mis hermanos de promoción y amigos de siempre, estas historias de vida que nos han unido como una verdadera tripulación de por vida.
Con gratitud por tantos años navegando juntos y con la satisfacción del deber cumplido, les envío un abrazo fraterno y mi deseo de que sigamos siendo faro y guía para las generaciones venideras.
¡Viento en popa y a toda vela!
Homero Luis Lajara Solá
Es Vicealmirante (retirado)
Pasado Comandante General de la Armada RD
