El Cairo. – Más de 20,3 millones de personas, que representan el 42 % de la población de Sudán, sufren «altos niveles de inseguridad alimentaria aguda», el doble respecto al año pasado debido al conflicto armado que azota al país africano desde el 15 de abril, alertó hoy la ONU.
La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desglosó en un comunicado que 14 millones de sudaneses están en situación de «crisis de hambruna aguda», mientras que otros casi 6,3 millones están sufriendo una «emergencia alimentaria».
La agencia de la ONU calificó de «crítica» esta situación, y lanzó una advertencia sobre la escalada de la crisis alimentaria en Sudán, que debe ser afrontada «urgentemente» con más apoyo humanitario a medida que continúa el conflicto entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Los estados más gravemente afectados por las consecuencias de la guerra, en los que «más de la mitad» de su población se enfrentan a hambruna aguda, son Jartum, Kordofán del Sur, Kordofán Oeste y la conflictiva región de Darfur, en el oeste del país, donde los combates son más duros y están adquiriendo tintes tribales.
La FAO recordó que la devastación ha provocado el cierre de gran parte de las instalaciones médicas en las zonas de combate y daños a la infraestructura de servicios esenciales y de telecomunicaciones, lo que «agrava aún más la seguridad alimentaria y la desnutrición».
Asimismo, apuntó que la interrupción de la cadena de suministros alimentarios, sumada a un aumento desproporcionado de los precios en los mercados, están causando estragos en la ya castigada población de Sudán, que ya antes era una de las más azotadas por la pobreza en el mundo.
En este sentido, el subdirector regional de la FAO para Oriente Próximo y el Norte de África, Abdulhakim Elwaer, indicó en la nota la importancia de que la agencia de la ONU «intervenga para ayudar a más de un millón de agricultores» para que en esta temporada puedan producir suficientes alimentos para los sudaneses.
Según diferentes estimaciones, la guerra ha dejado entre más de 1.000 y 3.000 muertos, mientras que también ha provocado el desplazamiento interior y exterior de casi cuatro millones de personas, según Naciones Unidas.