El presidente informó que en estos momentos hay unos 16 proyectos renovables en construcción
Santo Domingo, RD. – El presidente de la República, Luis Abinader, dijo este lunes durante su discurso de rendición de cuentas que, a los fines de abastecer la creciente demanda y mantener una adecuada reserva fría de electricidad, el gobierno se concentrará en la estimulación, flexibilidad y diversificación del parque de generación para evitar la dependencia de un solo combustible.
Este plan incluye la promoción de la instalación de generación eléctrica basada en recursos renovables, principalmente solar y eólica, uno de los aspectos en los que el gobierno se ha concentrado para mejorar la producción de electricidad.
El objetivo, según la alocución del Presidente al pueblo ante la Asamblea Nacional, es garantizar que la oferta o disponibilidad de potencia y energía sea suficiente para abastecer la creciente demanda, todo ello en el marco de una estructura de costos y precios eficientes.
Dijo que estos son principios y propósitos claramente establecidos en el programa de gobierno, y son también parte de la esencia de los planteamientos del Pacto Eléctrico sobre planes de expansión de la generación y la transparencia en la contratación mediante licitaciones competitivas.
En materia de energía, en 2022, sufrimos una crisis global sin precedentes en el mercado internacional del gas natural, el carbón y los derivados del petróleo, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania. Estos recursos son las principales fuentes primarias de producción de electricidad en nuestro país.
La guerra implicó un recorte gradual del suministro de gas desde Rusia hacia países de la Unión Europea que terminó generando una subida histórica del precio internacional del combustible. Precio que cerró en 2022 en un promedio de 38 USD/MBtu y que a finales de agosto había alcanzado la cota de los 99 USD/MBtu según el marcador europeo de precio.
Por esa razón la factura de la compra total anual de las distribuidoras a las generadoras para atender la demanda de la población se incrementó en 823 millones de dólares adicionales comparado con 2021.
Sin embargo, a pesar de nuestra casi absoluta dependencia de la importación de combustibles y a diferencia de lo sucedido en otros países, República Dominicana no sufrió en 2022 crisis de abastecimiento de combustibles ni déficit de generación de electricidad.
Todo lo contrario, terminamos el año con un servicio eléctrico muy estable, seguro y en franco crecimiento en capacidad de generación térmica y en renovables.
Nuestro gobierno trabajó muy de cerca con las generadoras, con el propósito de optimizar todas las posibilidades de generación existentes y el acceso a los combustibles requeridos.
Y es que en materia de generación eléctrica nuestro gobierno se ha concentrado en tres aspectos principales:
Primero, garantizar que la oferta o disponibilidad de potencia y energía sea suficiente para abastecer la creciente demanda y mantener una adecuada reserva fría. Todo ello en el marco de una estructura de costos y precios eficientes.
Segundo, estimular la flexibilidad y diversificación del parque de generación para evitar la dependencia de un solo combustible.
Y, tercero, promover la instalación de generación eléctrica basada en recursos renovables, principalmente solar y eólica.
Estos son principios y propósitos claramente establecidos en nuestro programa de gobierno, y son también parte de la esencia de los planteamientos del Pacto Eléctrico sobre planes de expansión de la generación y la transparencia en la contratación mediante licitaciones competitivas.
Fue por esa razón que pocos meses después de asumir la presidencia en 2020 di instrucciones para la preparación de una licitación pública internacional para instalar 800 nuevos megavatios en Manzanillo, Montecristi junto a una moderna terminal de recepción y almacenamiento de gas natural.
Licitación que, a pesar de las severas restricciones y dificultades impuestas por la pandemia, logramos lanzar en marzo del 2021 y el pasado mes de diciembre se iniciaron los trabajos de construcción.
Esa licitación fue más grande y compleja que la de Punta Catalina y sin embargo se realizó en completa transparencia, sin denuncias ni impugnaciones de manera tal que empresas privadas que participaron y no ganaron hicieron un reconocimiento público al Comité de licitación por la conducción del proceso.
Un resultado de ese proceso competitivo fue la obtención de precios de energía y potencia excepcionalmente competitivos en comparación a otros procesos similares en la historia local de ese mercado.
En la construcción de ese gran complejo termoeléctrico de 800 MW de Manzanillo, el Estado no invertirá un solo centavo de su presupuesto ni se endeudará ni incurrirá en sobrecostos como pasó con Punta Catalina, sino que se limitará a comprar mediante contratos de largo plazo la energía y potencia que necesiten las distribuidoras.
Para que tengan una idea de la competitividad de este proyecto, las empresas distribuidoras de energía van a adquirir el Kw/hora producido por esta planta, a un precio un 15% más bajo que los comprados a Punta Catalina.
Quiero detenerme en este proyecto de Manzanillo para indicar, además, que no es solo un proyecto energético, sino que va mucho más allá, será un motor de desarrollo de la región con un nuevo puerto, cuya construcción será adjudicada en abril para comenzar las obras en julio.
Esta iniciativa pública ya ha impulsado la inversión privada local con inversiones como el Hotel Súper 8 by Wyndham Manzanillo ya inaugurado, un proyecto de astillero y una moderna terminal de contenedores, así como la construcción de otra planta privada de generación a gas natural con su gasoducto y línea de transmisión por una inversión de US$585 millones de dólares.
Todo esto demuestra el efecto multiplicador de una mínima inversión pública que está generando más de US$2,300 millones de inversión privada, y que transformará la Bahía de Manzanillo y la provincia de Montecristi, e impulsará la actividad económica de otras demarcaciones del noroeste como Dajabón, Valverde y Santiago Rodríguez.
En el mismo año 2021, y frente a la rápida recuperación post pandemia de nuestra economía y el consecuente crecimiento sin precedentes de la demanda eléctrica dimos instrucciones para lanzar una licitación de urgencia para la instalación en el corto plazo de nuevas plantas de generación que sumarán cerca de 400 MW más para evitar déficits de generación en época de verano.
Esa licitación también fue realizada y adjudicada de manera transparente en 2022 y justamente el pasado martes 21 de febrero se inauguró la primera central con 190 MW en Boca Chica. Una segunda unidad también adjudicada entrará en línea el próximo mes en Azua con una capacidad adicional de 178 MW. En otras palabras, fruto de esa licitación nuestro sistema ya comienza a recibir 368 MW nuevos construidos e instalados en tiempo récord.
En ese sentido, puedo anunciarle al país que fruto de las gestiones realizadas por el gobierno a lo largo de 2022 ya hemos asegurado la contratación de más del 90% de la demanda máxima previsible de electricidad para los años 2023 y 2024.
En el año 2022 entraron en operación 3 nuevos proyectos renovables para un total de 148 MW, con lo cual se alcanzan 250 MW de energía solar en dos años, casi 100 más que los 155 MW instalados en las gestiones pasadas.
Más aun, durante 2022 se firmaron 15 nuevos contratos de concesiones definitivas para proyectos de energía renovable que sumaran una capacidad total de 685 MW y una inversión estimada de US$820 millones de dólares.
En estos momentos hay unos 16 proyectos renovables en construcción, de los cuales 10 están en fase avanzada con previsión de entrar en línea a finales de 2023.
Ese extraordinario interés de inversionistas privados por desarrollar proyectos de energía renovables en el país ha sido estimulado por la transparencia y la seguridad con que se han manejado los procesos de concesiones y contrataciones.
No es casual que en el boletín Climatescope de la revista norteamericana Bloomberg, en noviembre pasado, la República Dominicana aparezca como el quinto destino más atractivo para inversión en energías renovables entre todos los países de América Latina.
Este clima de inversión favorable en energías renovables va en consonancia con nuestra apuesta decidida por la protección del medioambiente, que nos ha llevado a trabajar en distintos frentes durante el pasado año 2022.