Legisladores expresaron este jueves su rechazo a la medida de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) quien anunció el bloqueo de los embarques de azúcar sin refinar y los productos a base de azúcar producidos en la República Dominicana por Central Romana Corporation, debido presunto uso de trabajo forzoso contra sus trabajadores, las reacciones a favor de la empresa estadounidense radicada en el país no se hicieron esperar.
De acuerdo a legisladores abordado sobre el tema la sanción anunciada por el gobierno de Estados Unidos contra el Central Romana es también contra el país, porque prohíbe el ingreso de productos producidos con azúcar de esa empresa.
Dionisio Rodríguez Restituyó, diputado del Frente Amplio, afirmó que realmente es sorprendente porque es una empresa de capital norteamericano y que siempre ha sido protegida por esa nación y precisamente ese país tome una medida de esa naturaleza.
Dijo que entiende que Estados Unidos usando mecanismos no correctos para desacreditar a este país e impedir que gane un puesto que se está postulando en las Naciones Unidas.
“Creo qué hay que ponerle un paro a la intromisión de Estados Unidos en República Dominicana pues si hay violaciones laborales en el Central Romanan, entonces deben actuar las autoridades dominicanas porque este no es un territorio norteamericano”, precisó.
Al abundar sobre el tema el diputado por la Fuerza del Pueblo, Rafael Castillo, consideró como una injerencia que busca trazarle política a este país principal con el tema de los indocumentados.
“Nosotros como nación no podemos aceptar una intromisión de esa naturaleza porque este es un país soberano”, señaló.
Ramón Ceballo diputado por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), dijo que los Estados Unidos se ha caracterizado por ser violador de los derechos humanos, al tiempo que destacó que República Dominicana tiene la facultad constitucional para tomar la medida que entienda.
Dijo que Estados Unidos enseñó el refajo porque atreverse a bloquear productos de un central cuyos dueños son americanos, es una falta de respeto y una violación a la autodeterminación de los pueblos.
