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En 1933 nació la más importante estrella del arte dominicano: Doña Monina Solá

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Sin permiso alguno se nos fue la más importante estrella del arte dominicano: Doña Monina Solá. Fue la más grande actriz de teatro dominicana, mentora de varias generaciones de artistas.

El escrito que presentamos a continuación lo publicamos hace cerca de un año y por considerarlo de suma importancia para el país, volvemos a colgarlo en nuestras páginas.

Múltiples han sido los galardones nacionales e internaciones que ha recibido durante su incomparable trayectoria como actriz doña Monina Solá, gloria, orgullo y paradigma del arte en la República Dominicana, que con apenas 4 años de edad comenzó a hacer sus pininos en el teatro Independencia, con una compañía que dirigía su padre, y permaneció vigente por cerca de 80 años.

La primerísima actriz estuvo una prolífica carrera artística y ya a los 11 años de edad trabajaba con el poeta, artista, maestro y afamado director de teatro, el madrileño Emilio Aparicio Martínez. A los 14 años de edad perteneció al Teatro de Bellas Artes.

Doña Monina Solá, ejemplo e inspiración de varias generaciones que tradicionalmente aplauden su obra, es decir, su vida…”, ha sido la única actriz condecorada con la “Orden de Duarte, Sánchez y Mella”, en los grados de Caballero y Comendador, respectivamente, por dos presidentes, Joaquín Balaguer y Leonel Fernández, este último designó con su nombre el teatro del Centro Cultural Narciso González.

La dama, reconocida por el Congreso Nacional y los ministerios de Cultura (2015) y de la Mujer en República Dominicana (2015), ha interpretado en el Teatro desde el entremés español con Aparicio hasta pasar por Rafael Villalona con su elenco de Nuevo Teatro. A partir del 1986 se presenta en NY en Los teatros LaTea y Repertorio Español. Fue galardonada con el premio ACE por sus representaciones al lado de su eterno compañero en las artes Franklyn Domínguez, por “Los Borrachos” de quien estrenara hace años “El Último Instante”, monólogo en el que comparte su buena suerte con las posteriores intérpretes.

Doña Monina ha sido objeto de reconocimientos y homenajes, tales como la colocación de su foto en la Galería del Teatro Dominicano; fue distinguida en Mujeres de Éxito Vestidas de Esperanza, junto a otras estrellas del arte nacional. También con los premios El Dorado, Casandra, ACE y El Talía de Plata.

Monina Solá ha sido actriz en más de 200 montajes teatrales de diferentes géneros, con los que ha deleitado al público durante décadas con interpretaciones magistrales de personajes femeninos reales e imaginarios, creados para los distintos medios en los que la actuación es el primordial elemento de la comunicación; además, trabajó en televisión, radio y cine.

En 2009 participó en la obra teatral” Ojalá hoy fuera ayer”, del dramaturgo Franklin Domínguez, junto al elenco de actores compuesto por Salvador Pérez Martínez, Iván García, Augusto Feria, Lumy Lizardo, Carlota Carretero y Karina Noble.

Participó en la lectura dramatizada de obra La muerte de un viajante, de Arthur Miller, junto a Iván García Guerra, Pepito Guerra, Ernesto Báez, Amauris Pérez y Flor de Bethania Abreu, quien fue su directora.

En 2009, el productor y director Jimmy Sierra realizó el primer documental sobre la Historia del Teatro en el país, en la que fue invitada para ofrecer sus testimonios y opiniones junto a otros actores y actrices de la talla de Franklin Domínguez, Teófilo Terrero, Reynaldo Disla, Ángel Mejía, Manuel Chapuseaux y Rafael Villalona.

En este mismo año fue distinguida en Mujeres de éxito vestidas de esperanza junto a Cecilia García, Nuria Piera, Emely Tueni, Socorro Castellanos, Jatnna Tavárez, Laura Castellanos, Alicia Ortega, Roxanna Reyes y Aura Celeste Fernández.

El ministro de Cultura entrega la placa de reconocimiento a Doña Monina Solá

La placa que le otorgó Cultura, leída por el ministro José Antonio Rodríguez, dice que el reconocimiento es: “Por su incomparable trayectoria en el ámbito nacional e internacional, ejemplo e inspiración de varias generaciones que tradicionalmente aplauden su obra, su vida”.

En 2015 durante una entrevista, la renombrada actriz doña Monina Solá dijo: “Ya no hago teatro, pero estoy dispuesta a ayudar y a orientar a cualquier joven que se me acerque, que necesite de mis conocimientos. Eso sí lo hago con muchísimo gusto”.

Sobre la laureada actriz, las páginas del Listín Diario recogen varias valoraciones de compañeras de tablas.

MARÍA CASTILLO. “Para nosotros, mi generación, Monina es un paradigma de lo que son las artes escénicas en el país. La conocí hace 42 años y siempre trató a los jóvenes como si fueran iguales. Nunca dio clases en un aula. Fue solo actriz, su grandeza estuvo en la actuación. Fue tan grande su trabajo como actriz que uno aprendía viéndola en el escenario”

KARINA NOBLE. “Monina representa a su generación como intérprete, estuvo sobre las tablas hasta hace unos dos años. Su aporte como mujer ha sido precisamente una carrera limpia y llena de éxitos como actriz. Ella es un ejemplo de trabajo y supo sortear las generaciones después de ella con la misma profesionalidad y gracia de siempre”.

LIDIA ARIZA. Para mí Monina ha sido, es y será por siempre un modelo a seguir como mujer, ciudadana comprometida y actriz sin igual, quien por su trabajo se ha ganado el título de Primerísima”.

ELVIRA TAVERAS. “Esta gloria ha engrandecido nuestros tablados y ha paseado su talento por distintos países representándonos de la mejor manera. Ha sido guía e inspiración para generaciones de intérpretes que hemos seguido sus pasos. Su entrega, disciplina y creatividad actoral le han valido la admiración de todos”.

Orgullo, ejemplo y decencia

Familiar. La actriz junto a dos de sus hijos: Luis Homero Lajara Solá y Rosario Peguero Solá; sus nietos y su nuera Luz Damaris Fermín de Lajara.

Para su familia, Doña Monina constituye un orgullo filial, y por su vida ejemplar cultivando el arte con altura y decencia; es sin lugar a dudas un “orgullo nacional”.
Doña Monina Solá siempre fue dedicada a su arte dramático, reconocida por la sociedad dominicana y el extranjero como una mujer consagrada a su trabajo, una verdadera artista con estrategias discretas. Sobrevivió a las tragedias políticas que le tocaro, por haber estado casada primero con un periodista y luego (durante 30 años) con un militar, ambos en la mirilla de Trujillo.

Esta dominicana ejemplar estuvo casada con Don Luis Homero Lajara Burgos, militar proscrito de las Fuerzas Armadas a finales de la era de Trujillo (1959) y después, aguerrido dirigente político de ideas puras. Tiene varios hijos, entre ellos nuestro queridísimo colaborador, vicealmirante ® Homero Luis Lajara Solá, exjefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, hoy Armada Dominicana.

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