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Puntos de reflexión sobre decepción política

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«Si sacas a una persona con 14 años de servicios, botellas, muchos de ellos que están en carrera según MAP, evaluados por su ex jefes políticos, y tú tienes que buscarle sus prestaciones económicas de 18 salarios, significa, que el costo para desvincular a unas 20 mil personas hoy, son muchos cientos de millones» J . Rijo Presbot, FUENTE el Pregonero.

Incongruencia. Los cancelados nos dicen no les pagan, que tienen más de 3 meses esperando y las prioridades de instituciones con ese problema, no es pagar las liquidaciones, sino sueldos corrientes, dietas, y jubilaciones y la base del PRM, llorando, «saquen esa gente queremos trabajar por el Presidente Luis, podemos aprender según manuales, póngannos a prueba y de eso nada»

No sé las interioridades de esas quejas, pero si quiero apoyar mi gente de la base, porque los únicos que escriben defendiendo y pidiendo participación somos los que no estamos, ni cobrando, ni nombrados honoríficamente, somos invisibles y seguimos fiel a Luis Abinader, nunca apoyamos, ni trabajamos para gobierno de PPH; quizás ese fue nuestro fallo.

Ahora, ¿Por qué nos decepcionamos de otros? y más de políticos locuaces. Ah, porque la desilusión o tristeza es motivada por algo que es lo contrario de lo que esperábamos. Nos decepcionamos de las personas que nos tratan de forma hipócrita, que nos engañan, que nos hacen creer en sus valores o virtudes y que después actúan con nosotros de forma opuesta a aquello en lo que habíamos depositado nuestra confianza.

Hay personas que, en efecto, no son capaces de negociar diferencias y en cuanto, entre ellas y otros se plantean polémicas, la actitud defensiva es la de declararse engañado o decepcionado. De esta manera, se rompen los probables puentes y se cierran las oportunas puertas que pudieran aparecer abiertas.

Voy a exponer los cinco pasos para evitar las decepciones: Primero, determine hasta qué extensión puede usted confiar en la otra persona.

Muy a menudo las decepciones provienen del hecho de que entregamos una excesiva dosis de confianza a los demás.

Crea en otros, pero no entregue a todos la intimidad de sus sentimientos ni la totalidad de sus pensamientos.

Hay, sin embargo, personas en su vida en las que usted debe creer y en las que debe confiar. Si alguna traiciona su confianza, siéntase decepcionado; pero al mismo tiempo liberado.

En segundo lugar, tenga en cuenta que no siempre lo que usted llama decepción es exactamente eso. Hay ocasiones en que nos disgustamos con otra persona simplemente porque esperábamos una respuesta diferente a la que se nos dio. Optar por declararnos decepcionados hasta el extremo de adjudicar una injusta hilera de insultos a la persona con la que sencillamente no coincidimos, es echar por la borda una relación que pudo haber tenido frutos y oportunidades.

En tercer lugar, evite ser la víctima. Hay personas que se acomodan a la idea de que son víctimas, pensando que, si promueven compasión, van a ser tratadas de manera más paliativa por la persona de la que hubieran querido una actitud diferente a la expresada. Siempre diga lo que piensa, defienda sus sentimientos y no se escape por el camino expedito del silencio acobardado.

En cuarto lugar, no haga de una decepción determinada una regla universal. No mida a los que vienen después con la misma regla que usó para determinar la ausencia de valores de los que estuvieron antes. Una decepción amorosa no es el final del amor, ni una decepción económica es la tumba de la honradez.

Y finalmente, si tiene razones para sufrir una decepción, úsela como un elemento de aprendizaje y crecimiento en su propia vida.

Como alguien dijo: “si le tiran un limón, hágase una limonada”, no de su voto, ni dinero y menos su tiempo y coja todo a chercha, por eso el Pacha esta con todos los jefes y sigue facturando igualito, aprenda.

¿Quién no ha sido, en efecto, víctima de una que otra decepción? Lo acostumbrado en estos casos, para muchos, es emprender la oscura ruta de un odio irracional. No lo recomendamos. En el teatro de mi vida aprendí que una decepción determinada me llevaba a alentar una concepción negativa generalizada y no debo juzgar colectivamente, hay excepciones a toda regla.

Dedicado a mi hijo, otro de la base que quiere renunciar del PRM y le digo espera, se amigo de todos hasta de la oposición, pero participa. johnnysanchez1147@yahoo.com

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