Bandas armadas, narcotráfico y falta de alimentos ponen en peligro la seguridad nacional
Haití no es una amenaza militar propiamente dicho; pero, tiene varias aristas: ausencia de gobiernos estables y democráticos, falta de alimento, bandas armadas y narcotráfico, que, aunque estén segregadas, al final convergen en peligro para la seguridad nacional de la República Dominicana.
Las bandas han atacado escuelas y centros comerciales; además han amenazado a las autoridades de ese país, lo que podría provocar un éxodo incontrolable de ciudadanos haitianos hacia este lado de la isla en busca de seguridad y esto ha activado la alarma en las Fuerzas Armadas Dominicanas que han enviado cerca de 12 efectivos militares a vigilar la zona limítrofe.
Estas acciones resaltan la importancia de contar con un verdadero estratega militar dirigiendo el Ministerio de Defensa en República Dominicana y ahí resalta la calidad del teniente coronel Carlos Luciano Díaz Morfa, que de acuerdo a informaciones que maneja esta redacción es el mejor en la materia de seguridad nacional.
“Por eso la importancia de unas fuerzas militares entrenadas, capacitadas, con seguridad social óptima y bien armadas. Este gobierno, en medio de una pandemia, ha hecho ingentes sacrificios para equipar unas Fuerzas Armadas con una listeza operacional en total abandono”, dijo una fuente de enero crédito a DominicanosHoy, para, de inmediato, agregar: “Solo la ceguera partidista y la mezquindad dejan de ver esos grandes aportes”.
Añade que «Haití necesita unas fuerzas militares de las Naciones Unidas para que impongan el orden y el control, pero que a la vez eduquen, capaciten y entrenen a los haitianos. Parecido a como pasó aquí en la intervención militar de 1916».
“Pero que no sea como hicieron con el mismo Haití y la Minustah, y los Estados Unidos con Afganistán”, amplía.
“Hay que estar atentos, no descuidarnos, porque qué se puede esperar de una nación que asesinó a su presidente y donde hay personas que se aprovechan del caos para sacar beneficios personales, sin importar cuántas personas pierdan la vida en el intento”, expone.
“También, hay que tener en cuenta que a los haitianos los tenemos en el patio de nuestras casas, en los barrios haciendo vida junto a los dominicanos y a muchos de ellos que viven aquí dándose la dulce vida, porque tiene muchísimo dinero, esos sí son peligrosos”, concluye.
