El expresidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, considera que el asesinato del mandatario haitiano, Jovenel Moïse, «parece tener algo de tipo personal, y justifica en su teoría de que en dos meses había elecciones en Haití y no se podía perpetuar».
En una entrevista con EFE en Madrid, donde acude a diferentes actos estos días, entre ellos uno de divulgación de su libro «Ideas en conflicto» en la Casa de América de la capital española, Fernández expresó su rechazo «enérgico» al asesinato de Moïse, «quien independientemente de ser un presidente es un ser humano y no se merecía esta tragedia».
El expresidente dominicano recordó que el mandatario haitiano ya había hecho referencias a amenazas de golpe de Estado “y había distintos sectores operando en contra de su Gobierno». Pero también destacó que resultó electo en una segunda vuelta solamente con el 18% de la población con capacidad para votar “y de ese porcentaje el saca el 50%, de modo que su triunfo solo fue un 9% de los votantes haitianos, por lo que su nivel de legitimidad siempre fue débil, el pueblo haitiano no asumió ese proceso electoral». Por eso, según Fernández, al no tener una base social sólida su mandato siempre estuvo sujeto a muchas protestas y turbulencias sociales.
“El Gobierno nunca fue estable. La designación de un primer ministro que no fue aprobado por la asamblea y un viejo primer ministro que no salió todavía creó todavía más confusión. “Todos esto abona la idea de la vulnerabilidad del sistema político haitiano, su ingobernabilidad crónica, y sin estabilidad política”, dijo.