Abinader dice a afectados de Covid-19 que no están solos

Critica la falta de solidaridad de los países desarrollados

El presidente Luid Abinader animó este sábado, durante su primera rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional y el país, a los afectados de Covid-19 que no están solos ya que el gobierno ha asumido la lucha contra esa enfermedad con firmeza a los fines de ponerle fin a la pandemia.

De igual manera criticó a los países desarrollados que acapararon las primeras producciones de las vacunas contra la Covid-19, coartando el derecho de los más pobres a obtener a tiempo las inoculaciones.

Ante la Asamblea Nacional, el presidente Abinader rindió cuentas de los primeros meses al frente del gobierno. “Lo hago consciente del compromiso que asumí ante la nación al prestar juramento como presidente de la República”, indicó el mandatario antes los asambleístas.

¡Qué meses han sido estos! Meses de trabajo intenso, de cambios profundos y de apego a las leyes. Sí, apego a las leyes, a la ética y a las instituciones del país, porque amigos y amigas, la República Dominicana ya no es la misma.

En esta primera rendición de cuentas quiero resaltar los avances que ya hemos logrado, así como presentar nuestras ideas sobre el país que entre todos y todas estamos construyendo.

Desde el momento mismo de la fundación de nuestra República, este acto de rendición de cuentas representa uno de los más sagrados deberes de los servidores públicos para con los ciudadanos.

Rendir cuentas ante los representantes del pueblo soberano, representa un homenaje a los padres fundadores de la Patria que moldearon nuestra identidad.

Juan Pablo Duarte fue el primero en mostrarnos la importancia de hacerlo cuando a su regreso a Santo Domingo, después de haber servido en las filas del Ejército del Sur que combatía en Azua, presentó un detallado informe de sus actividades, peso por peso. Y devolvió a las arcas del incipiente Estado dominicano cada centavo que no hubo de gastar en las acciones militares que le fueron encomendadas.

Así es como el ideal de una República Dominicana independiente y democrática, labrada bajo los preceptos del padre de la patria, de la que hoy celebramos su 177 aniversario, surgió acompañada de principios éticos y la enseñanza de que a la política se va a servir, no a servirse.

Hoy, nos encontramos ante nuevos desafíos que nos ponen a prueba y nos exigen estar a la altura de este momento histórico. Y les aseguro que su presidente lo está.

Hoy pueden tener la certeza todos ustedes de que la República Dominicana tiene un mejor gobierno, que además de imprimir un sello de transparencia y ética ha mejorado la eficiencia en la administración pública.

El año recién transcurrido será recordado como uno de los de mayor incertidumbre y dificultades en los tiempos modernos en todo el mundo.

Lo que empezó como una crisis sanitaria que se esperaba de corta duración, ha acabado convirtiéndose en una realidad muy distinta.

Los trastornos que ha generado esta pandemia en el sistema económico y en las relaciones sociales no tienen precedentes en esta época caracterizada por el intercambio comercial global y la movilización de personas a través de las fronteras.

Los graves efectos de la pandemia han puesto a prueba nuestro sistema de salud y nuestra economía, lo que ha obligado a reorientar nuestros planes y toda la acción gubernamental.

Muchas veces pienso cuanto habríamos avanzado con este nuevo gobierno sin los obstáculos que nos impone el COVID-19, aunque soy consciente de que en momentos turbulentos como estos es cuando más se requiere de una voluntad política capaz de unirnos como nación y un liderazgo capaz de colocar el bienestar colectivo por encima de sus propios intereses.

El pueblo dominicano cumplió responsablemente el 5 de julio pasado con uno de sus más sagrados compromisos democráticos y dio paso con su voto a un cambio de gobierno que ha supuesto también un cambio de cultura política y democrática en la República Dominicana.

Hoy puedo decirles que toda la acción de gobierno en estos poco más de 6 meses ha descansado en 5 pilares fundamentales: Enfrentar la pandemia, blindar la protección social, prepararnos para el relanzamiento de nuestra economía, promover una cultura de transparencia y honestidad en el manejo de los fondos públicos, y acometer las reformas estructurales que nuestro país necesita.

Conozco los efectos de haber padecido el coronavirus, por lo que, como ciudadano y como su presidente, me solidarizo con todos y cada uno de los afectados por la pandemia y extiendo mi más afectuoso y solidario abrazo a quienes atraviesan por el dolor de haber perdido a alguno de los suyos.

A todos ellos quiero decirles que no están solos. Soy consciente del enorme esfuerzo que todos estamos asumiendo en esta lucha, y les pido que no bajemos la guardia, ahora que ya vemos la luz al final de este largo túnel.

Durante los primeros meses de mi gobierno tuvimos que afrontar lo más duro de la crisis sanitaria. Aún recuerdo como dos días antes de mi juramentación, el anterior director del Servicio Nacional de Salud aseguró que el sistema estaba colapsado. Esta fue la herencia que recibimos y a la que tuvimos que darle la vuelta.

Por ello, reforzamos la atención hospitalaria y añadimos 15 mil millones de pesos al sistema de salud, hasta llegar a más de 66,000 millones con los cuales aumentamos el número de camas donde fue necesario. Duplicamos nuestra capacidad en las unidades de cuidados intensivos, aceleramos la apertura de hospitales y centros de asistencia primaria que se encontraban en construcción, y formamos a más de 1,000 médicos y enfermeras en un gran programa nacional para ser más eficaces en la lucha contra el virus.

En pocas semanas pusimos en marcha un plan nacional de detección, aislamiento, rastreo y tratamiento de contagiados que nos ha ayudado a ser uno de los países del mundo con menor índice de mortalidad en esta pandemia.

Actuamos con urgencia porque sabíamos que de nuestras acciones dependía la vida de millones de nuestros conciudadanos.

Y cuando tras meses de incertidumbre por fin se descubrió la vacuna, el Gobierno había hecho ya su trabajo para que la República Dominicana no se quedara al margen.

Este pasado 15 de febrero presentamos el Plan Nacional de Vacunación, uno de los más ambiciosos de América Latina.

Este plan supuso la compra de 20 millones de dosis, 10 millones a AstraZeneca, 8 millones a Pfizer y otros 2 millones a través del sistema COVAX de la OMS.

Pero permítanme en este punto decir alto y claro, que en este tiempo hemos sentido la falta de solidaridad de los países más desarrollados, hasta el punto de que la mayoría de los compromisos de entrega de vacunas se han ido postergando de forma injusta. No pedimos que nos las regalen. Solo que dejen que los laboratorios cumplan con lo acordado.

Consecuentemente, reaccionamos y estamos trabajando para asegurarnos una ruta segura de vacunas que nos permita sortear estas dificultades y cumplir con nuestro calendario previsto.

Ya han llegado al país 50 mil dosis procedentes de la India, formula Astra Zeneca y en los próximos días llegarán 90 mil más. El pasado martes 23 de febrero llegaron 768.000 vacunas de los laboratorios Sinovac de China.

Además, tenemos asegurado el suministro de 2 millones más de dosis con esta farmacéutica que llegaran en dos partes, el 15 y el 25 de marzo, lo que nos permitirá completar las dos primeras fases de vacunación. Y para mayor seguridad, y ante la incertidumbre de entrega, también reservamos con Sinovac 8 millones de vacunas más: 4 millones para entregar en abril y la misma cantidad en mayo. Es así como podemos asegurar que para finales de junio tengamos vacunada al 80 por ciento de la población dominicana.

Ya hemos vacunado la primera línea de personal de salud de atención al Covid 19. Seguimos avanzando de forma acelerada vacunando a todo el resto del personal de salud y al mismo tiempo empezamos a vacunar a los profesores del nivel inicial y primaria al igual que ya empezamos a vacunar por los asilos y los hogares de adultos mayores.

La semana próxima iniciaremos con todos los adultos mayores de 70 años. Espero acompañar a mi madre, a la que, a sus 81 años, le corresponde esta fase e invito a todos a que acompañen a sus padres, madres, familiares y vecinos para asegurar su vacunación.

Dije que la salud de los dominicanos era nuestro objetivo sagrado y nunca ahorraríamos ningún esfuerzo ni recursos en conseguir lo mejor para nuestro pueblo. Y eso estamos haciendo.

Desde aquí quiero agradecer a todos los países que han colaborado, a las organizaciones internacionales y a todo el equipo de salud de la República Dominicana el trabajo que han hecho para conseguir que este proceso se ponga en marcha con éxito.

Pero para llegar hasta llegar aquí, y en mitad de la pandemia, además de proteger la salud, el gobierno tuvo también que poner en marcha el mayor escudo de protección social de toda nuestra historia para paliar la incidencia de la crisis económica que afectó gravemente a la vida de millones de dominicanos y dominicanas.

Y no fue fácil hacerlo, porque el gobierno saliente no dejó planificada ni una hoja de ruta, ni un solo peso en las arcas del Estado.

Por eso dispusimos la modificación y la ampliación de los programas ya existentes y se inyectaron más de 100,000 millones de pesos para su desarrollo.

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