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Meditabundo: Cosas de nuestra senectud – 93 años

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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La corruptela está apresada en la pasión e ignorancia. ¿Dónde está la natural inclinación a hacer el bien? El corrupto está actuando de espalda al padre original de todas las cosas que tienen sus leyes eternas para que sus hijos vivan como hermanos y no en constante asecho, desafío, y está presente, no queda oculto él en la vida de los humanos. Llega el momento que se paga el mal que se hace, la historia de la humanidad lo enseña, debe comprenderse que aferrado a lo material es negarse a sí mismo, niega a su espíritu. Nada de paz, muy distante al ser espiritual donde no hay inquietud, si paz interior y exterior.

Recuerdo siempre esta pincelada que aprendí de Séneca, en una de sus epístolas a Lucilio su hijo. “No harán ningún efecto, las amonestaciones aplicadas, es de inteligencia concebir con firmeza todo lo que la naturaleza nos exige como necesidad”.

Al corrupto no le importa ser señalado por su consuetudinario amor a lo ajeno. Ninguna acumulación de dinero sacia la avaricia, no piensa en lo que tiene sino en lo que quiere, pero ya él no tiene dinero, el dinero es el dueño de su vida.

La ausencia de los principios de las buenas costumbres impulsa a todo lo malo y no se castiga cuando reina la degradación moral del que no trata igual a los iguales. A la humanidad universal le urge cambiar la educación actual materialista por la educación espiritual.

Recuerdo a Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa”. Él pensaba en la educación de los conocimientos para vivir bien, ahí está el espíritu que forma el carácter.

Consérvense bueno unidos a las cinco actitudes de Dios. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimientos totales. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.

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