En año 2013 el presidente Danilo Medina anunció la construcción de la que sería la “la obra cumbre” de gobierno: la Central Termoeléctrica Punta Catalina, que aportaría 386 megavatios al sistema eléctrico nacional y no dependería de petróleo para su funcionamiento, debido a que trabajaría una de ellas con carbón mineral; pero, esto no ha podido llenar las expectativas.
El mandatario dijo que la obra estaría concluida para el año 2016 y no se logró, debido a una gran cantidad de problemas que se fueron reflejando conforme iba avanzando la construcción de lo que se vendió como la panacea para los apagones en República Dominicana.
Esta obra costaría al Estado dominicano 1,500 millones de dólares, pero terminará costando cerca de 3,300 millones de dólares, un 130% más.
La construcción de la obra, inaugurada el jueves 29 de julio, estuvo a cargo de un consorcio conformado por la empresa brasileña Odebrecht y la dominicana Acero Estrella.
Aunque el gobierno halla puesto todos los recursos para lograr el objetivo de su megaobra, la misma no logra pasar la prueba de Verope y han fallado las dos plantas en su transición.
Verope
La central termoeléctrica Punta Catalina falló durante la ejecución de las pruebas del Proyecto de Verificación de Restricciones Operativas (Verope), fundamentales en la determinación de los mínimos técnicos de las centrales de generación y para aumentar la eficiencia con la que opera y mejorar la confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI).
La investigación en proyecto VEROPE fue dividido en varias partes y los consultores contratados para ejecutar esta el trabajo fueron profesionales locales; el financiamiento provino de fondos de los agentes de dicha central; y esta fase fue liderada por ingenieros externos, en combinación con la Superintendencia de Electricidad.
En una segunda parte se revisó la potencia efectiva, rendimiento y curvas de eficiencia, pero, de acuerdo a la fuente, Punta Catalina II no pasó ninguna de estas pruebas.
Cabe destacar que este tipo de prueba no son nuevas en el país, ni se utilizaron con el objetivo de buscar falla en la construcción de la referida planta, ya que el año 2010 se había realizado prueba de VEROPE en: para las centrales termoeléctricas del SENI: Estrella del Mar, Estrella del Norte, La Vega, Monte Río, Palamara, Pimentel 11, y Sultana del Este”.
Este estudio de vital importancia para la Termoeléctrica no fue recibido por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), según lo afirma el ingeniero Serafín Canario sobre la prueba Verope a la que fue sometida la unidad uno de Punta Catalina y la respuesta es fácil, el mismo se consignaba que la planta no había pasado esta prueba.
Otro informe establece el colapsó Punta Catalina.
El Grupo Canario, encargado de realizar las pruebas Verope a la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC), advirtió que la central podría colapsar si se ponen a operar sus dos unidades a 386 megavatios (MW) brutos.

Canario reiteró que la CTPC no pasó las pruebas Verope y que la capacidad real de las unidades es 356 MW brutos cada una. Alega que los ataques de las autoridades se deben a que el consultor reflejó los resultados reales de las pruebas a pesar de que ellos querían que reflejara que las unidades tienen la capacidad de generar 376 MW brutos cada una.
Canario indicó, además, que el 29 de mayo de 2020 el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara, les comunicó la terminación unilateral del contrato.
A pesar las irregularidades en proceso de licitación y construcción de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, el presidente de la República Danilo Medina logró cumplir su objetivo este miércoles con la inauguración de una obra que más que soluciones le trae problema al país.