Meditabundo: Un Congreso Nacional Ético. Decente

Aún hay patria Duartiana

Soy un transeúnte de 92 años que nunca ha perdido la fe en la responsabilidad del dominicano. Yo, un asiduo soñador de que sean las leyes que gobiernen y no los hombres. Hoy 22 de julio de 2020 mi sueño despierto Daurtiano lo veo camino a realizar en un Congreso Nacional ético, decente y respeto a la Constitución. Senadores y diputados de los partidos políticos: Al País, PRM y Frente Amplio, han renunciado a esos vergonzantes, avariciosas violaciones a la Constitución de la República: El barrilito, el cofrecito, las oenegés fantasmas, los gastos de representación, viáticos-dietas, pagos por cada reunión de comisión, exoneración de dos vehículos. Que reciban solo su sueldo.

Nuestro segundo sueño, que la Diosa de la Justicia que se fue de esta tierra por causa de los corruptos, impunidad y el No Ha Lugar, regrese a esta patria amada y gobiernen las leyes y no los hombres. Tendremos el orden y la paz con la vigencia del espíritu de las leyes, que es la razón Divina y no el delito enriquecedor. Así en la última instancia el legislador ideal es el pueblo. La ley de la razón suprema impresa en la naturaleza, que ordena lo que debe hacerse y prohíbe lo contrario.

El compromiso de transparencia y ética bandera izada por el Partido Revolucionario Moderno, nos invita a abrir nuestra Bitácora y entregar: La ética  de Zenón de Citio, filósofo fundador de la escuela estoica cuyo lema era el deber.

Ética de Zenón de Citio: “Vivir de acuerdo consigo mismo” y “vivir de acuerdo con la naturaleza”. Son sus dos fundamentales formulas-La naturaleza humana se caracteriza  por su razón, por el logos, que constituye el elemento divino de nuestro ser. Vivir de acuerdo con la naturaleza equivale a vivir de acuerdo a la razón.  Las pasiones son enfermedades del alma. La vida virtuosa es el imperio de la razón sobre los sentidos. La virtud es por lo tanto el único bien. Ético es la realización plena del ser humano.

Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.

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