Estoy transitando los noventa y dos veranos y la indisposición se presenta con una artrosis en el tobillo izquierdo, algo de soldera, operación de catarata. Feliz estoy, me siento muy bien dando clases. Algo me lleva a meditar y recuerdo a Hipócrates médico por antonomasia refiriéndose a la vejez: “La vejez está sujeta a dificultades en la respiración y en la orina, a toser catarrales, dolores nefríticos, estangurrias, a vahídos y apoplejías, pruritos por todos el cuerpo y vigilias. El vientre, los ojos, y las narices se llenan de serosidades, la vista se oscurece y apaga, y el oído se pone duro”. “Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”.
La tarde del 11 de agosto del año 1953 leyendo en la habitación del ingeniero Don Feliz Benítez Rexach en su villa de Baggatelle, Cannes, Francia, copié del filósofo Cleantes, maestro de la escuela estoica: “Almorzar en alegría y a la hora de dormir en alegría conversar con Zeus prolonga la vida”. Cleantes murió a los 92 años de edad.
Francis Bacon, poeta, filósofo inglés, expresó: “Tener tranquilo el ánimo y alegre el humor a las horas de comer y de dormir, es uno de los preceptos cuya práctica contribuye más a la prolongación de la vida”.
Nuestra costumbre es una oración al almorzar en alegría, al dormir en alegría le hablo contento a Jesucristo.
Los abusos sexuales de sacerdotes nos recuerdan cuando pasé páginas de la vida de Dante Alighieri. Él escribió: “Los conventos que antes eran lugares de vida santa, hoy se han vuelto nido de corrupción y de licencia”.
Hoy me despido con esta intimidad que disfruto en silencio. Cuando estoy con mis biznietos y biznietas, esos niños me entregan su inocencia y fe con tanta alegría que no deseo alejarme de ellos. Me enseñan las sustancias de las cosas. Mamá los llamabas los nuevos amores.
Consérvense bueno. Salud-alegría. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
