Es muy común en estos tiempos de coronavirus ver equipos de candidatos a posiciones electivas fumigando en los diferentes barrios de la capital y el interior del país, sin que la gente sepa qué tipo de producto utilizan y si el mismo es lesivo para la salud de la población.
Pues sí, los larvicidas que aplican directamente al agua para controlar larvas de mosquito y los adulticidas que utilizan en la fumigación y rociado para controlar los mosquitos adultos, acarrean daños en la salud de la población.
Además, los trabajadores que los manipulan son susceptibles a presentar problemas de salud, por la exposición a los diferentes niveles de toxicidad de estos productos.
Adicionalmente estas sustancias se acumulan en el medio ambiente y pueden conducir daños a la población en general. En la actualidad, además, se usan plaguicidas de tipo organofosforados, los cuales causan inhibición sobre la enzima acetilcolinestarasa, afectando directamente la transmisión del impulso nervioso.
Y es que en el país, la pandemia del coronavirus llegó en un momento donde se está desarrollando un proceso político y ninguno de los candidatos a la Presidencia ni al Congreso tiene conocimiento de lo fuerte que es podía el covid-19.
El coronavirus cambió el escenario político del país, donde los candidatos han reestructurado sus discursos por ayudas sociales y jornadas de fumigación en diferentes sectores, sin contar con el permiso de Salud Pública.
Lo preocupante de las jornadas de fumigación es que ningunos tienen la capacidad para orientar a las comunidades acerca de la pandemia del coronavirus ni se le explica qué tipo de producto que utilizan y que puede ser nocivo para la salud.
En los últimos días, los candidatos están realizando jornadas de fumigación, pero ninguno está llevando propuestas para ayudar a la población a salir de la crisis económica generada por el covid-19.