El nombre de César Emilio Peralta (El Abusador), era muy conocido en su mundo por la gran fortuna que exhibía, empresas, lujos, relojes caros, pero “desconocido” para las autoridades dominicanas, a tal punto que para enfrentar su poderosa red de narcotraficantes, debieron intervenir la DEA y el FBI, de los Estados Unidos, en las investigaciones.
Entre discotecas, dealers de carros, restaurantes, tiendas, apartamentos de lujos, villas, yates y evasión de impuestos, César Emilio Peralta construyó un imperio aparentemente blindado; en las narices de las autoridades del país, que no se cuestionaban o no quería hacerlo, de dónde obtenía su gran fortuna este «empresario».
Cómo dicen nuestros antecesores, al parecer este hombre del bajo mundo donde no hay ley, está protegido por un ser “espiritual” o por poderes “terrenales”, que no se habían dado cuenta de donde este señor podía tener tantos negocios, la mayoría, muy visible, ligado al entrenamiento.
El pasado 20 de agosto, el Ministerio Público, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), la DEA y el FBI, en su objetivo de capturar al presunto narcotraficante, realizaron 40 allanamientos.
Las autoridades intervinieron de manera simultánea varios de los negocios del presunto vendedor de drogas, que según dicen es el cabecilla de red de lavado y responsable de distribuir desde la República Dominicana toneladas de estupefacientes hacia los Estados Unidos, Europa y naciones de América Latina.
Según informes a los cuales DominicanosHoy tuvo acceso, la orden de arresto contra “El Abusador” estaba lista desde el jueves 15 de agosto, pero no fue hasta el lunes 20 que el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, junto con la fiscal del Distrito Nacional, Rosalba, Ramos y las demás autoridades competentes, la ejecutaron.
Algunos juristas y no tan estudiados se cuestionan ¿por qué no realizaron los allanamientos el mismo día de la orden si las autoridades tenían conocimiento donde estaban ubicados cada uno de sus negocios; cómo se escapó «Cesar El Abusador» y si tendrá un ser espiritual que le informó que pronto irían por él?
Entre allanamientos y apresados pasan los días y la inteligencia del presunto narcotraficantes supera a la de las autoridades, que busca un “pez gordo” que no se sabe en qué agua nada.
