El champú de supermercado se ha ganado unos cuantos enemigos en internet que han intentado cambiarlos por otros con menos químicos. Sin embargo, un sector de estos enemigos ha evolucionado a un rechazo mayor: directamente prescinden de champús.
No les reconocerás por sus mechones pegados ni por lucir unas melenas aparentemente plastificadas. Estos individuos han descubierto cómo «lavarse» el pelo con dos productos que podemos encontrar en casa: el bicarbonato de sodio y el vinagre de manzana.
Lo llaman el método no porque no necesitan el champú y porque poo en inglés significa «caca». Es decir, consideran que cualquier champú que compras es una «mierda», y tienen varias supuestas razones para afirmarlo. La primera de ellas es que los champús de súper les hacen tener que lavarse el pelo cada menos tiempo. La segunda es, precisamente, que quieren conservar las grasas naturales del cabello. Y la tercera es que ellos contaminan menos al no utilizar los botes de plástico en los que se envasa tu champú.
Hasta aquí todo podría parecer coherente. Sin embargo, cuando te decides a realizar esta técnica de lavado y entras en internet para informarte, te topas con una gran cantidad de blogs y de vídeos de personas que han experimentado con él. Pero, para que nos entendamos, no existe la Biblia del lavado capilar sin champú. El punto en el que coinciden todos es el siguiente: si juntas bicarbonato de sodio con agua, tendrás un «champú»; si mezclas vinagre de manzana y agua, tendrás un «acondicionador».
Sin embargo, las proporciones en las que debes mezclar estos productos son un auténtico guirigay. De todas formas, no conviene matizar cuál es la fórmula idónea para realizar estos mejunjes, la Academia Española de Dermatología y de Venereología ha confirmado en su página web que el método no poo puede suponer un peligro.
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El círculo vicioso de champú y grasa, desmentido
Los seguidores de esta tendencia del cuidado capilar sostienen que los champús de supermercado eliminan demasiadas grasas naturales del cabello y que, por tanto, el cuero cabelludo produce más como respuesta. Resultado: te tienes que lavar el pelo cada menos tiempo. «Esto es completamente falso. La producción de grasa del cuero cabelludo se rige por procesos hormonales y los champús no traspasan esta piel. No tienen la capacidad de alterar el ciclo de engrasamiento del pelo», explica Sergio Vañó, director de la Unidad de Tricología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, a diario EL ESPAÑOL.