Resultados de la NBA: hoy, 28 de diciembre

Los de Philadelphia jugaron una segunda parte sensacional que dejó sin opciones a los Jazz. Los Bucks ganaron de nuevo a los Knicks.

Bucks 112 – Knicks 96

Segunda victoria de los Bucks sobre los Knicks en los últimos tres días. Esta vez los de Nueva York pelearon bien hasta la mitad del segundo cuarto. A partir de entonces no hubo partido. Unos Bucks muy superiores volvieron a arrasar a su rival. Otro partidazo de Giannis (31+14+8 y 4 tapones) que tuvo una trifulca con Enes Kanter en el último cuarto, acción por la que acabaron echando al turco por doble técnica. Los Bucks ya están a un solo partido del liderato de los Raptors.

Jazz 97 – Sixers 114

Otro partido que se resolvió en el tercer cuarto, cuando los Sixers metieron un parcial de 27-38, aunque ya venían de ganar el segundo por 12. Con esta victoria vuelven a abrir brecha con el quinto puesto de los Celtics, a los que ahora aventajan en dos victorias. Gran partido de Embiid (23+15+6 y 5 tapones), tremendo J.J. Redick en el lanzamiento (24 puntos, 6/9 en triples) y nuevo triple-doble de Simmons (13+14+12+3), al que se le pudo ver ensayando triples desde la esquina en la previa del partido. Mal día de Ricky (5+5+4).

Rockets 127 – Celtics 113

Los de Houston tienen la cuarta plaza a una victoria de distancia. Destrozaron a los Celtics con un Harden de récord y aún sin Chris Paul. Lee la crónica.

Kings 117 – Lakers 116

Con un quinteto titular entre 21 y 23 años, los Lakers dejan escapar 15 puntos en los últimos 6 minutos. Bogdanovic da la puntilla con un triple sobre la bocina. Lee la crónica.

Warriors 109 – Blazers 110

Los Golden State Warriors forzaron la prórroga y jugaron mejor los primeros minutos del tiempo extra, pero entre McCollum, Lillard y dos errores de Curry acabaron cayendo. Lee la crónica.

Sin LeBron, los Lakers pasan de la gesta a la pesadillaSin LeBron, los Lakers pasan de la gesta a la pesadilla

Primer partido de Los Ángeles Lakers sin LeBron James (no se perdía uno desde abril del año pasado) y derrota de las que hacen daño. Después de ir dominando el partido desde antes del descanso, con ratos de gran juego entre el final del tercero y el principio del último, los últimos seis minutos se convirtieron en una pesadilla de la que se despertaron en el último segundo para ver cómo se les escapaba una victoria que tenían hecha.

Bogdan Bogdanovic fue el ejecutor. Un triple del serbio sobre la bocina dejó la victoria en Sacramento. El escolta, que sigue saliendo desde el banquillo sin que eso influya lo más mínimo en la incidencia que tiene en el equipo, acabó como el máximo anotador de los Kings con 23 puntos. Junto a él, Justin Jackson (10+6 en 27 minutos) fue el otro suplente clave en la victoria y el único del banquillo que acabó en positivo (+1). Pero la remontada se cimentó en los titulares y, más concretamente, en tres hombres: Cauley-Stein, Fox y Shumpert. Los otros tres jugadores con +/- positivo tiraron del equipo cuando parecía que los Lakers tenían controlada la situación.

Eso sí, sin la inestimable ayuda del equipo de Los Ángeles habría sido imposible. En esos seis últimos minutos se liaron a perder balones y a fallar tiros libres, dos de los grandes problemas de este equipo. Están entre los cinco que más pérdidas cometen y es el peor de la liga desde la línea de personal. Anoche acabaron en un 69,6% (16/23), justo en su media.

Josh Hart fue el encargado de sustituir a LeBron James. Con él, todos los jugadores del quinteto titular eran elecciones del draft de los Lakers en un equipo que contaba con todos sus miembros entre los 21 y los 23 años. Kuzma fue una auténtica metralleta (33+9+4), pero con él en pista los Lakers perdieron por 13 puntos. De esos cinco titulares los que de verdad se mostraron más efectivos fueron Lonzo Ball y Brandon Ingram. A ambos les sienta de lujo que no esté LeBron. Suena fuerte esto, pero es que juegan mucho mejor cuanto más tienen el balón en las manos, y eso fue lo que pasó anoche. Ball acabó con 20 puntos (4/6 en triples), 9 rebotes, 12 asistencias y 2 robos. Ingram, con 22 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias y 2 tapones.

Pero al final perdieron y ven cada vez más lejos el liderato (3 partidos), mientras que por detrás empiezan a acosarle varios equipos. Los Blazers les han igualado, los Rockets están a medio partido nada más y los Kings, a los que ya no se les puede considerar sorpresa, sólo están a una victoria y no parece que tengan ninguna intención de dejar su puesto de playoffs a nadie.

Ya vienen los Rockets con un Harden imparable (45+2+6)Ya vienen los Rockets con un Harden imparable (45+2+6)

Aviso a navegantes, los Rockets están de vuelta y no quieren hacer prisioneros. Después de tumbar a los Thunder el día de Navidad, convirtiendo una de las mejores defensas de la liga en una del montón, hoy han hecho los propio con unos Celtics que ahora mismo están faltos de recursos ofensivos ante equipos con un torrente anotador como el que demuestran los de Houston.

Ni siquiera un Kyrie Irving en uno de los mejores momentos de su carrera que se recuerdan puede dar la réplica a este James Harden desatado, capaz de meter más de 30 puntos a cualquiera que se le ponga por delante. Anoche acabó con 45, metiendo 9 triples con un 50% de acierto. Es su sexto partido consecutivo anotando al menos 35 puntos, la tercera mejor racha en los últimos 20 años igualando a Carmelo Anthony. Por delante le quedan LeBron James, con 9, y Kobe Bryant con 13.

Sólo jugaron siete jugadores, la rotación sigue siendo corta. Cuando vuelva Chris Paul la cosa mejorará un poco, pero parece que han acertado de pleno con la contratación de Austin Rivers. El ex de los Wizards lleva sólo dos partidos y ya se ha convertido en un imprescindible. Saliendo desde el banquillo promedia 32 minutos, 10 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias y un 50% en tiros. Y grandes minutos defensivos y, quizá lo más importante, un suplente de garantías para el resto de la temporada. Especialmente para cuando les toque jugar sin James Harden por la razón que sea.

Los Celtics van ganando al mismo ritmo que pierden, pero da la sensación de que lo primero lo hacen a empujones y lo segundo porque el equipo se está quedando algo corto. Irving (23+5+11) ya decimos que está a un nivel sublime. Marcus Morris sigue aportando mucho más de lo que se podía esperar a principio de temporada y Marcus Smart ha sido una solución inteligente por parte de Brad Stevens. Pero a partir de ahí no hay buenas noticias.

La menos mala es que Tatum, que anoche tuvo un partido horrible (4+3+2), suele acompañar a Kyrie la mayoría de los días, aunque no con la progresión que se esperaba después de su final de temporada. Pero lo de Hayward y Brown preocupa y mucho. Y eso que el segundo ayer sí estuvo enchufado (18+5). Pero ninguno de los dos está dando lo que se espera de ellos. Hayward es evidente que no es el mismo de antes de la lesión. Y por muy dura que fuese, las señales que da no son nada halagüeñas. Y el segundo está fuera de sitio, ha perdido su lugar en la plantilla y la paciencia puede empezar a agotarse. por si fuera poco, Al Hordford está totalmente fuera de forma tras volver el otro día a jugar, aunque esto se supone que será cosa de unos días.

El caso es que estos dos equipo, que antes de empezar la temporada parecían los dos mayores rivales de los Warriors, andan en situaciones muy distintas. Los Celtics quintos en el Este con una plaza en ese top-5 más o menos asegurada pero incapaces de dar sensación de superioridad más allá de partidos concretos. Los Rockets séptimos del Oeste pero en claro ascenso y ya con la vista puesta en lograr la ventaja de campo en los playoffs.

Los Warriors no levantan cabeza: ¡otra derrota en casa!Los Warriors no levantan cabeza: ¡otra derrota en casa!

Forzaron la prórroga y jugaron mejor los primeros minutos del tiempo extra, pero entre McCollum, Lillard y dos errores de Curry acabaron cayendo.

Algo está pasando en Oakland. En realidad no es una sola cosa. Están tirando peor que nunca, con Klay Thompson como síntoma inequívoco, Draymond Green ha pasado de ser imprescindible en los dos lados a un estorbo en ataque y la posición de pívot, que nunca fue una prioridad, ahora se ha convertido en un problema. Y entre unas cosas y otras el equipo defiende y ataca peor y no para de perder.

Ya son 13 derrotas. Con Steve Kerr y dejando aparte la temporada del 73-9, en la primera y la tercera sólo perdieron 15 veces. Es decir, que están a dos tropiezos de igualarlo y aún estamos en diciembre. El año pasado ya cayeron en 24 partidos, pero las sensaciones eran muy distintas. Eran favoritos indiscutibles aunque los Rockets estuvieran haciendo una de las mejores temporadas de su vida. No es que hayan perdido su vitola de favoritos, pero por primera vez desde la llegada de Kerr dan la sensación de que pueden caer cualquier noche. Y eso sí que es nuevo.

Durant sofocó el primer incendio con ocho puntos seguidos, intercalados con un triple de Curry, para forzar la prórroga. En el tiempo extra empezaron claramente mejor y se pusieron por delante por primera vez desde el tercer cuarto. Las cuatro primeras jugadas de los Blazers fueron un desastre: un robo de balón de Thompson, un triple mal lanzado de Lillard, unos pasos de McCollum y una falta en ataque de Nurkic. Todo se ponía de cara para los locales, que hasta vieron como Draymond Green metía un triple. Pero entonces McCollum tomó las riendas con 5 puntos seguidos y el partido fue otro.

Curry se precipitó con 7 segundos aún en el reloj de posesión lanzando un tiro muy difícil a la media vuelta. Y con los Warriors dos arriba una presión tremenda de los Blazers sobre el base provocó la pérdida de balón, el contraataque y el triple de Lillard, que hasta entonces no había hecho nada en la prórroga. 5 segundos y los campeones uno abajo. La jugada final fue para Durant, que no acertó a meterla desde la bombilla cayendo hacia atrás.

Sorprenden muchas cosas de esos últimos minutos. Como las malas decisiones de Curry o que Thompson no lanzase ni un solo tiro. Al final, entre Nurkic (27+12+4), McCollum (24+4+3) y Lillard (21 y 5 asistencias), fueron capaces de asaltar el Oracle, algo que ya no es tan excepcional (van 5 derrotas en 20 partidos de los campeones en su pista). por cierto, dos datos curiosos. Es la primera vez que los Blazers ganan en Oakland con Steve Kerr en el banquillo rival y la primera vez que Seth Curry le gana un partido a su hermano mayor.

A todo esto, los Warriors siguen líderes empatados con los Nuggets, con un 63,9% de victorias. Pero ese porcentaje, que para los de Denver significa que están haciendo una temporada redonda, para ellos empieza a sonar a fracaso. El objetivo sigue siendo el mismo, el cuarto anillo en cinco años, pero las sensaciones no son buenas. Ya los dijo Kerr después de ganar la última final a los Cavaliers: «Lo que más me ha costado es convencer a este grupo de que querían ganar otra vez». Puede que todo se reduzca a eso, a un problema de ambición. No sería la primera vez que un un superequipo se viene abajo por dejación de funciones. Habrá que estar atentos a las señales…

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