La renuncia del general James Mattis como secretario de Defensa de Estados Unidos, tras meses de diferencias con el presidente del país, Donald Trump, y un día después de que la Casa Blanca anunciara la salida de las tropas de Siria, debe ser motivo de reflexión de los funcionarios de los gobiernos de República Dominicana, sobre todo los militares y policías, que permanecen en sus puestos a pesar de no estar de acuerdo con las ejecuciones gubernamentales.
“Eso se llama dignidad, honor y sentido de grandeza. Por eso ese país es grande”, dijo a este medio un dominicano comprometido con su país.
Afirma la fuente que la vocación es indispensable. “Hasta uniformados justifican su falta de responsabilidad con el eslogan trujillista: Me lo ordenaron. A los políticos les gusta que sea así”.
“Pero nos falta mucho para llegar ahí (a tomar la decisión de James Mattis), sobre todo que los políticos no quieren. Creo que si usted no está de acuerdo con algo: renuncie, y con ello no viola el orden”, agrega.
En República Dominicana la debilidad institucional es tal que “un escolta” es el que nombra civiles y militares en altos cargos.
Ayer, en su carta de renuncia, dirigida a Trump, Mattis se mostró crítico con la gestión del mandatario, quien, a su juicio, «tiene derecho» a disponer de un secretario de Defensa con puntos de vista más «alineados» con su visión.
«En tanto que EE.UU. permanece como la nación indispensable en el mundo libre, no podemos proteger nuestros intereses o servir ese papel de manera efectiva sin mantener alianzas fuertes y mostrar respeto a esos aliados», indicó Mattis.